miércoles, 20 de noviembre de 2024

Mapa y perfil de la ruta “De los Vizcaínos a Los Alejos por los viejos senderos del río Mundo”.-

 Actividad prevista para el sábado, 30 de Noviembre de 2.024.-

En los tiempos en los que no existían vehículos autopropulsados, e incluso mucho tiempo después, los senderos que se recorrían a pie o senderos de herradura, construidos con pendientes y firmes adecuados para el transito de caballerías con pesadas cargas, eran los que permitían la comunicación entre aldeas, caseríos, cortijos y pueblos de los entornos rurales y serranos. Se han utilizado desde hace muchos siglos hasta la llegada de los automóviles y del asfalto. Algunos quedan en uso, muy, muy pocos, como único medio de paso entre núcleos poblados. De hecho, la mayoría de los pequeños núcleos de población por donde o adonde no llega la carretera, han terminado abandonados.
En nuestro río Mundo, desde Riópar hasta Liétor, abundaban caseríos y aldeas que se comunicaban con una extensa red de senderos que bordeaban su cauce. La mayoría se encuentran con mucho deterioro o directamente, se han perdido, por derrumbes, invadidos por la vegetación o erosionados por corrientes de agua de lluvia o nevadas.
Nuestro compañero Sebastian Cano nos propone recorrer algunos de esos senderos para ir desde la aldea bogarreña de Los Vizcaínos hasta la aldea moliniquense de Los Alejos, transitando por las proximidades del cauce del río Mundo, de Este a Oeste.
Las sendas están, en su mayor parte, perdidas, sin transito ni mantenimiento. Solo el atractivo turístico o el transito de alguna competición de Trail o BTT las mantiene abiertas. Desgraciadamente, a la mayoría, nuestra red de senderos de pequeño o gran recorrido, no las incluye. Es una pena. Pero, en fin, por la dedicación y esfuerzo de Sebas, y con algún arañazo que otro por la limpieza de las zarzas y la vegetación, confiamos en que esta ruta os guste. Es preciosa.
Desde las casas de Los Vizcaínos, nos dirigimos, por la carretera asfaltada hacia el Sur, hacia Las Juntas del Río Bogarra y el Mundo. Pero enseguida dejamos el asfalto tomando un senderillo a mano derecha, a la altura de las últimas casas, que asciende con decisión, ladera arriba, paralelo a la carretera. A los doscientos metros encontramos una bifurcación, a la derecha, pero seguimos en el mismo sentido, a mano izquierda.

La senda se prolonga entre pinos y algunos viejos bancales de almendros y olivos, en constante subida, hasta cota 940 m, unos ciento sesenta metros de ascensión, y un kilómetro desde la partida, sobre una pared vertical. Aquí la senda gira un poco a la derecha para seguir la ladera, e ir bajando, con menos arbolado y más matorral.

Trescientos metros más adelante llegaremos a las ruinas de un antiguo edificio y una pequeña era.

Saltaremos el colladillo siguiendo la senda, muy perdida, para cruzar el barranco de un arroyo seco, otros trescientos metros más adelante.
Bajaremos el barranco, volviendo a cruzar el arroyo. Es posible que la senda original no lo cruzase arriba, y bajase directamente por la margen izquierda, pero como está muy perdida, optaremos por el mejor paso abierto.
Llegamos al cauce del río Mundo. Llevamos 2,4 km y unos 180 m de subidas. 

Caminaremos ahora por la margen izquierda, a mano derecha de la bajada, por terreno llano y parajes ribereños preciosos, con aguas cristalinas y pozas.

Avanzaremos bastante cómodos unos quinientos metros, hasta que encontramos un desprendimiento y la senda queda cubierta por la vegetación.



Avanzaremos un poco más para tomar un desvío a mano derecha, con la senda perdida y fuerte pendiente, para subir unos 80 m sobre el río, y llegar a un abrigo donde, sorprendentemente encontramos ruinas de una antigua casa y un horno bien conservado.


Las ruinas revelan que la construcción no es tan antigua como pueda imaginarse. El panorama es magnífico.

La salida del abrigo se hace por una estrecha senda, algo cerrada por la vegetación, y tallada sobre la pared del barranco del cauce del río. Encontraremos algún paso aéreo, pero sin que sea ni demasiado expuesto ni difícil.


Doscientos metros más adelante encontraremos otro abrigo. En realidad, la pared está salpicada de estos abrigos con ruinas. Estaremos inmersos en el cañón del río Mundo.

Saldremos del cañón por el arroyo del Picayo, otros doscientos metros más adelante. Pasaremos por una pinada al borde del cañón, que nos permitirá increíbles vistas.

Nos encaminaremos ahora hacia la vieja aldea de Las Toñeras, en ruinas y ocupada por algunos personajes alternativos.
Desde el arroyo del Picayo, subiremos hasta cota 886m, unos cien metros de subida, y unos 800 m de recorrido por el borde del cañón. En este punto comenzaremos una fuerte bajada para cruzar el arroyo del Vado Morote, por una ladera caliza descompuesta, con la senda muy perdida y terreno difícil, por la pendiente y lo deslizante de la piedra piedra suelta. Habrá que extremar la precaución e ir despacio. Cruzaremos el barranco tras trescientos metros de recorrido y unos 90 de bajada. Nada más cruzar encontraremos de nuevo la senda, ya mucho más cómoda, que nos llevará a Las Toñeras.
Como decimos, está en ruinas, pero desde hace tiempo, algunas casas están siendo recuperadas y ocupadas por gente joven bastante alternativa y singular, con el anhelo de llevar otro ritmo de vida.
Cruzaremos la aldea por la parte alta, y continuamos en dirección Oeste, buscando el paso de otro barranco, que realizaremos por unos escalones que forman las piedras del estrecho cauce. Hasta aquí habremos caminado unos cinco kilómetros, con unos 450 m de subidas acumuladas.
Nos dirigiremos hacia el Oeste bordeando las laderas del cauce del río Mundo, buscando el arroyo de los Vadillos. Tras subir unos 80 m en quinientos metros de recorrido, en las faldas de la meseta de Majallana, rodeados de pinos, la desdibujada senda desemboca en un camino algo más ancho, pero más claro, que seguiremos por la izquierda. Y un kilómetro cuatrocientos metros más adelante, tras cruzar el cauce de una torrentera, llegaremos a una pista que baja a Los Vadillos. Un kilómetro después, bajando y atajando algunas curvas, y parándonos alguna vez para contemplar el panorama, llegamos al arroyo. Nos internaremos por él para descubrir un cañón espectacular esculpido en la roca, hasta que el agua del río y una fuerte caída del agua nos impida el paso. Sin duda es uno de los parajes más singulares de nuestra sierra.


Volveremos por nuestros pasos para retomar el camino, que ascenderá, por un espectacular sendero de herradura mejor conservado que los andados hasta ahora, hasta la Loma del Cencillar y las casas de Cabezallera. Serán más de 200 m de subida, en dos tramos, uno de mayor pendiente, con senda, y otro más tendido, con camino más ancho, en unos dos kilómetros de recorrido.




La senda nos llevará ahora, por pinadas más o menos cerradas, primero al barranco del Saltador, que cruzaremos por una rambla arenera, y luego a los Garitos, subiendo, para bajar definitivamente a los Alejos, por un promontorio que nos llevará a la Hoya de las Monjas, donde cruzaremos el cauce de un arroyo, y ya con menos pendiente, pasando entre bancales de almendros y olivos, llegaremos al barrio Norte de Los Alejos. Hasta aquí habremos andado unos 13,3 km, con unos 1000 m de ascensión acumulada.
Bajaremos al río, cruzándolo por el puente y, después de admirar las paredes de toba esculpidas por el agua, subiremos las calles en pendiente hasta llegar a la carretera.
Habremos recorrido unos 14 km, con algo más de 1.000 m de ascensión acumulada.
La actividad la clasificamos como de nivel III, que supone

  • Recorridos en Media Montaña.
  • Recorridos con desniveles grandes que pueden superar ocasionalmente los 900 m.
  • Rutas de larga duración, entre 6 y 8 h.

Este tipo de rutas requieren experiencia en senderismo y buena condición física.

– oo O oo –



jueves, 31 de octubre de 2024

Mapa y perfil de la ruta “Tavernes de la Valldigna: Alt de les Creus, Serra de Corbera y senda dels Amoladors”.-

 Actividad prevista para el sábado, 9 de Noviembre de 2.024.-

Consternados por la catástrofe acontecida el pasado martes, día 29, en el que las lluvias torrenciales, consecuencia del paso de una DANA por el querido pueblo de Letur y extensas zonas de Valencia y Cuenca, han causado la trágica pérdida de muchas personas y devastación de incontables bienes e infraestructuras, aún cuando todavía se buscan a personas desaparecidas, otras muchas no pueden acceder a sus casas y muchas más lo han perdido todo, los socios del Club montañero Sierra de Alcaraz, queremos expresar nuestra solidaridad con las familias de las víctimas, nuestro pesar por tanta pérdida, dolor y destrucción, y enviar nuestras fuerza y ánimo a todos los afectados, y nuestros deseos de que puedan superar esta difícil situación muy pronto.

La casualidad ha hecho la fecha prevista para nuestra próxima actividad sea unos días después de esta trágica catástrofe, y, que se pretenda desarrollar, precisamente, en la zona de la Valldigna, en Valencia, una de las zonas más afectadas. Hoy no sabemos si la podremos llevar a cabo, pero con la esperanza de que la normalidad se restablezca pronto, publicamos la información sobre la actividad.


La iniciativa de nuestro compañero Horacio García Alfaro nos va a llevar, en esta actividad de senderismo, a Tabernes de la Valldigna, en Valencia, entre Cullera y Gandía.
La ciudad de Tavernes constituye el mayor núcleo urbano de la Valldigna, valle en forma de herradura cerrado por varios sistemas montañosos, últimas estribaciones de los sistemas Ibérico y Bético, y abierto al este hacia la llanura del litoral de Mediterráneo.
Cuenta la leyenda que, admirado por la belleza del lugar, el rey Jaime II de Aragón se dirigió al abad de Santas Cruces y exclamó: "Vall Digna per a un monestir de la vostra religió" (Valle digno para un monasterio de vuestra religión). A lo que respondió: "Vall digna". Era el año 1298 y desde ese momento ese sería el nombre del lugar y del monasterio cisterciense de Santa María de la Valldigna, que llegó a ser el más importante del antiguo Reino de Valencia. Como dato singular se puede decir que está construido a imagen y semejanza del de Santas Cruces, localizado en Valldaura del Vallés, también de la orden del Císter.
Nuestra ruta comenzará al norte del pueblo, cerca de la intersección de la calle Castellers con la calle del Doctor Gómez Ferrer, por donde discurre el PR CV 38, justo donde se cruza el muro de defensa contra avenidas por caída de aguas torrenciales. Este muro está constituido por un canal de hormigón de, más o menos, metro y medio de profundidad y de ancho, inaugurado el 18 de julio de 1955, y que sería efectivo ante lluvias de más de 200 l, y marca el límite del casco urbano y las faldas de la Serra de Corbera.

La senda empieza a subir inmediatamente. Su trazado nos encamina hacia el depósito de agua y al Castillo. En cota 70m encontramos las instalaciones del depósito, a poco más de los 100 m de recorrido. Discurrimos por una pinada. Y es en esta primera rampa de subida donde encontremos la pendiente más pronunciada, de más del 25%. Con el buen trazado de la senda, ganaremos altura rápidamente y sin demasiado esfuerzo, a pesar de algunas rocas de desprendimientos y alguna zona horadada por la erosión de las correnteras de aguas.

En cota 200 m, después de unos 700 m de recorrido, estaremos a las faldas del Castillo de Tabernes o de Alcalá de Alfandech o Els Castellets, que es una antigua fortificación defensiva musulmana. La pinada no es tan cerrada, y las laderas muy escarpadas.
La senda gira a la derecha, siempre subiendo, para superar la pendiente en diagonal. En este tramo alcanzaremos las cuevas o abrics de Mossén Ricard, unas cavidades que albergan grabados del Neolítico, realizados hace 13.000 años, situadas en cota 280, muy cerca de la fuente de Cantús, por la que pasaremos al cabo de un kilómetro de ruta.

Un poco más adelante, girando la vista, podremos contemplar vistosa panorámica del Castillo, Tabernes y el macizo montañoso de Monduver.

En esta zona, habiendo recorrido un kilómetro y medio, con unos 320 m de ascenso acumulado, y después de superar una subida algo más pronunciada, la senda gira a la izquierda, iniciando el tramo, algo más largo que los anteriores, que nos va a subir hasta el Pla de Les Creus, una meseta en la zona más alta de la sierra de Corvera.

El camino todavía acumula piedra, aunque no tanta como en el tramo anterior y se hace algo más tendido, sin dejar de subir en ningún momento. Encontramos el indicador del camino, a la izquierda, que lleva a la vía ferrata del Pas de cabres.

A los cien metros del giro encontramos la bifurcación que, por la derecha continua la senda al Pla de Les Creus y, por la izquierda, siguiendo las marcas del PR CV 38, nos llevará al Alto de la Cruz y a la fuente de la Sangonera. Así pues, continuaremos por la izquierda.
Unos 500 m más adelante, en el kilómetro 1,9 de nuestro recorrido, encontramos otra bifurcación que tomaremos por la derecha. Y 300 m más allá, en el kilómetro 2,2, encontramos el desvío a la primera Cruz.
Vamos a visitar las tres Cruces que velan Tabernes desde lo alto de la sierra de Corbera. En el Alt de la Creu, encontramos un panel informativo que cuenta la historia de estas Cruces. Nos dice que “la primera noticia documentada de las Cruces ubicadas en la cumbre de la sierra de Corbera fecha del año 1793; fueron construidas por el carpintero de Tavernes de la Valldigna Francesc Ferri, a quien pagaron 7 libras y 4 denarios cuando era abad del monasterio de la Valldigna José Aparicio, quien mandó que se colocaran cruces en todas las montañas que rodeaban la Valldigna. Todas han desaparecido, salvo la cruz de la montaña del Toro en Simat y las 3 cruces situadas a la cumbre de esta cordillera. Durante la Segunda República las quitaron, pero se colocaron otra vez finalizada la guerra civil, en 1940. Posteriormente, en 1945, fueron restauradas de nuevo y recubiertas de brea para que resistieran mejor las inclemencias del tiempo. Con el paso del tiempo fueron deteriorándose y en 1974 se hicieron unas nuevas; fue el Centro Excursionista de Tavernes (CETV) el encargado de subirlas y de instalarlas. Con unas dimensiones de 4x2m, estaban recubiertas de zinc para que fuesen visibles durante el día desde cualquier punto de la ciudad. El 18 de marzo de 1986, los vecinos de Tavernes se extrañaron de que las tres eruces no coronaban las cumbres de la montaña: unos desaprensivos las habían cortado y lanzado riscos abajo. Un movimiento ciudadano impulsado por el CETV, en el que se implicaron todas las entidades locales y con el apoyo del Ayuntamiento, propuso construir unas nuevas y reposarlas en el lugar donde siempre habían estado. Se confeccionó una maqueta de una cruz de hierro a escala, costeada gracias a las aportaciones de los ciudadanos, que se expuso durante algún tiempo en el escaparate de una céntrica tienda para que la ciudadanía pudiera contemplarlas de cerca. Finalmente, el mes de marzo de 1988, las nuevas Cruces de hierro serían llevadas con helicópteros hasta la cima de la montaña e instaladas definitivamente. El CETV instaló la cruz central, los Júniors MD la cruz del este. Y El Grupo ScoL 290 MSC instaló la cruz de la parte oeste, situada en el punto más elevado a 542m. Las 3 cruces son un referente para todos los valleros y valleras, y un símbolo para la ciudad de Tavernes, así como dar nombre a la montaña: todo el mundo la conoce como la Montaña de las Cruces. Cada primero de mayo, el pueblo de Tavernes se reúne para celebrar la tradicional marcha de la subida a las Cruces. Organizado por el CETV, grandes y pequeños, junto con senderistas venidos de otros lugares, con un ambiente festivo y relajado, suben a la montaña para disfrutar de las maravillosas vistas de la Valldigna.”
El senderillo que lleva a la primera Cruz lo recorreremos para ir y volver al PR CV 38. Serán 700 m en total, con 50m de desnivel.
De nuevo en punto de desvío, continuamos por la izquierda. A los ciento setenta metros encontramos el desvío a la 2ª Cruz. Para llegar a ella nos desviamos a la izquierda. La senda, más perdida y pedregosa que la de la primera, supondrá otros 700 m de recorrido, con unos 60 m de desnivel.
De vuelta en el PR, continuamos por la izquierda, y trescientos metros más adelante, estaremos en el desvío a la 3ª Cruz. Llegaremos a ella, 50 m más por la izquierda.
En las Cruces, las vistas y las sensaciones son insuperables.

Volviendo al PR, cien metros más adelante, por la izquierda, después de pasar por una zona habilitada para disfrutar de vistas y descanso donde encontramos un banco para sentarnos y el panel que informa sobre las Cruces, llegamos al vértice geodésico del Alt de la Creu (542 m). Habremos recorrido en total unos 4,3 km, con 670 m de desnivel acumulado y 200 m de bajadas.

Continuamos el PR, que gira a la derecha para recorrer la cresta en el Pla de Les Creus. En esta zona, la senda se abre a través del lapiaz. Esto obliga a prestar atención al piso, que encontraremos lleno de aristas calizas y lascas, y algunos escalones que obligarán a superarlos con prudencia.

A los 500m encontraremos la intersección con el sendero que recorre el Pla de les Creus sin pasar por el Alto. Continuaremos por el PR, a la izquierda, y un poco más adelante, se encuentra el pozo de una antigua calera. Un poco más adelante, a unos 600 m encontramos otro, y enseguida, una bifurcación que tomaremos a la izquierda. Y otro poco más allá, pasaremos por las ruinas de la Casa dels Garbos. Este último tramo desde el Alt de Les Creus, será todo de descenso, y desde las caleras, con algo más de pendiente, pero volvemos a subir suavemente y llegamos a la Font de la Sangonera, donde se encuentra habilitada un área recreativa, con bancos para tomarse un respiro y comer algo. Esta zona tiene más vegetación y arbolado. Encontraremos pinos, carrascas, algarrobos, palmitos y un sinfín de plantas aromáticas y diversidad de especies. Hasta este punto, llevaremos recorridos unos 5,8 km, con unos 725 m de ascensos acumulados, y unos 330 de bajadas.

Siguiendo el camino, poco después de salir de la Sangonera, el PR se desvía a la izquierda para bajar a una pista y llano bien visibles. Nosotros continuaremos por lo alto de la sierra para alcanzar sus puntos más altos, siguiendo la variante PR CV 38.1. Conforme ascendemos perdemos el bosque y la senda se hace mas pedregosa. Después de 150m de subida y 1,2km, alcanzamos el primer vértice, que es el Massalari, con 602 m. Y 475 m más adelante el Germanells, con 594 m. 30m más adelante encontramos el mojón de 4 términos, confluencia de los términos municipales de Tabernes, Benifairó de la Valldigna, Alzira y Favara. En esta zona encontramos las marcas del PR CV 304, que viene desde la zona de Alzira, al final de la sierra de Corbera.

En la cresta el sendero es difuso, encontraremos bastantes piedras y arbustos. Avanzaremos por la Cresta del Infierno, para llegar al collado del Infierno (en esta zona levantina hay muchos “infiernos”). Es este punto habremos recorrido unos 8,3 km, con unos 850 m de ascensión acumulada, y 400 de bajadas, y la variante del PR CV 38.1 que seguimos gira a la izquierda para bajar por la Senda de las Sacas hacia la Font del Barber. Bajaremos por ahí, sí, pero después de subir al pico de la Ratlla.

Desde el collado, no se ve claro cómo llegar al pico, pues parece que hay que escalar un tramo bastante vertical en el promontorio. Avanzaremos tomando altura, salvando piedras y vegetación hasta llegar a esta pared, muy próxima. Encontraremos una placa que conmemora un aniversario, con una preciosa leyenda: ”Qui tan sol una vegada ha penetrat en l’espirit de les muntanyes, no pot deixar de tornar a elles.” (Quien tan solo una vez haya penetrado en el espíritu de las montañas, no puede dejar de volver a ellas). Y sorprendentemente, a mano izquierda se abre un paso de escalones que permite continuar salvando la pared. No tiene dificultad, salvo la propia técnica de escalones de piedra en un tramo de unos tres o cuatro metros de altura, sin ninguna sensación de vértigo.

La distancia desde el collado al pico serán algo menos de 400 m, y 70 de desnivel. Próximo a la cima, se encuentra un buzón que guarda un libro de firmas del Collectiu d’Amics Muntanyecs d’Algemesí. El panorama será espectacular. Hemos recorrido 8,6 km, con unos 920 m de subidas y 410 m de bajadas.

Emprenderemos el regreso volviendo sobre nuestros pasos hasta el collado, donde seguiremos por la derecha siguiendo las marcas del PR CV 38.1, bajando la Senda de las Sacas. Es una bajada con bastante pendiente, más del 35%, que exige mucha precaución por las piedras sueltas que hacen el firme muy deslizante. Con buen calzado con suela adecuada, y algo de técnica y experiencia la superaremos en pocos minutos. Descenderemos de cota 557 hasta cota 420m, 137m en unos 400 m, en el tramo de mayor pendiente, hasta la pista que nos llevará a la Font del Barber.
Llegar a la pista, sinceramente, será un alivio, y nos permitirá relajarnos de la tensión de la bajada. Encontramos las marcas del PR CV 303, de Alzira a la Casella, que discurre por la pista. 300 m más adelante, a mano derecha se encuentra la Font del Barber, que también tiene un área recreativa, con bancos y asientos de piedra.

Tras reponer fuerzas, dejaremos el PR CV 38.1, y continuaremos por la pista en dirección a Tabernes. Al reemprender la marcha encontraremos a mano izquierda lo que queda del corral de la Ratlla, afectado por un incendio, y un poco más adelante, las ruinas de la Casa Chimet, donde dejamos una salida de la pista a la derecha, continuando nuestro camino. Al cabo de 1,3 km desde la Font del Barber, recorremos una zona de pequeñas torcas y dolinas por la que atraviesa la pista. Unos 600 m más adelante se abre una bifurcación a la izquierda, que sube. Es el sendero PR CV 38, que baja desde la Font de la Sangonera. Sin desviarnos, seguiremos nuestra marcha sobre sus marcas hacia Tabernes. Un poco más adelante, se abre un sendero a mano derecha. Lo tomaremos, encaminándonos hacia la senda dels Amoladors.
Esta senda dels Amoladors (podría traducirse como senda de los afiladores) es un antiguo sendero de herradura que comunica el Pla de la Sangonera, por el que ya pasamos, donde estaba la fuente y el área recreativa, con Tabernes, a través de las laderas del Barranc de la Penya Rocha o Roja. Estos senderos de herradura se llaman así porque permiten salvar grandes alturas a las caballerías (caballos, mulas), con pesadas cargas, sin demasiado esfuerzo. En este caso, la altura a salvar es de 320 m, y el trazado es espectacular, manteniendo la pendiente de un 15% aproximadamente en los dos kilómetros que tiene, a través de las escarpadas paredes del barranco, a base de zetas, más de cincuenta. Las vistas del sendero y el panorama que se abre son muy espectaculares.

A medio camino encontramos acceso a la vía ferrata de Les Marujes, hacia el interior del barranco, y un desvío por el Camí de Borregos, hacia fuera, que constituye el trazado de PR CV 40, más vertiginoso y con algún paso técnico de poca dificultad, por el que se podría acortar unos 400 m de recorrido, pero eso será en otra ocasión.
Precisamente unos 400 m después de salir de la senda y recorrer zona de huertas y naranjos, entraremos en los arrabales del casco urbano de Tabernes, por la pista junto al muro de defensa, que recorreremos durante 1,2 kilómetros hasta el final, llegando de nuevo al punto de partida.
Habremos recorrido unos 17 km, con unos 950 m de subidas acumuladas.
La actividad la clasificamos como de nivel III, que supone

  • Recorridos en Media Montaña.
  • Recorridos con desniveles grandes que pueden superar ocasionalmente los 900 m.
  • Rutas de larga duración, entre 6 y 8 h.

Este tipo de rutas requieren experiencia en senderismo y buena condición física.
No le damos un plus de dificultad en la clasificación, a pesar de las piedras y lo escarpado del collado del Infierno y la cresta antes de alcanzar el pico de la Ratlla, y de la fuerte pendiente de la Senda de las Sacas, pues no suponen especial esfuerzo ni complicación en el desarrollo de la actividad. 

Para saber más y bibliografía:
https://es.wikipedia.org/wiki/Tabernes_de_Valldigna
https://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_de_Tabernes 


– oo O oo –


jueves, 17 de octubre de 2024

Mapa y perfil de la ruta “Subidas a Serra Vernissa por la Pregonera y al pico Bernisa (454m), y vuelta al Castillo, en Xátiva”.-

Actividad prevista para el sábado, 26 de Octubre de 2.024.-

Nuestra compañera Cristina Royo nos propone un recorrido muy montañero en Xátiva (València), con dos subidas a la serra Vernissa bien escarpadas, la primera a la Creueta, por los pasos de la Pregonera, y la segunda, a la cima, pico Bernisa (454 m), por la vertiente sureste, y regreso dando vuelta al castillo. Es una ruta relativamente corta, y con no mucho desnivel acumulado, pero bastante exigente por las fuertes pendientes que encontraremos en las subidas y las bajadas. A pesar del esfuerzo y las dificultades en algunos pasos, tanto subiendo como bajando, resulta muy entretenida y variada, y contando con experiencia y forma física adecuada, es perfecta para divertirse disfrutando de una actividad que se puede calificar como algo más que de senderismo.
Es una ruta circular que parte de la zona sur de Játiva, en la intersección de las calles Forn del Vidre y del Dr. Sumsi, cerca del frontón. En la primera parte realizamos las subidas fuertes, con tres bucles, y en la segunda, una cuarta vuelta más larga, rodeando las murallas del castillo.
Así pues, empezamos a las afueras del pueblo, afrontando la primera subida que nos lleva a la Creueta, una gran cruz de perfiles de hierro, de unos 3m de ltura, que vela al sur de Játiva. La cuesta es muy explosiva. Sin ser expuesta, hay tramos con pendiente del 50%, que, afortunadamente, cuentan con equipamiento de cuerdas, cadenas y herrajes de agarre. Se pondrán a prueba brazos y piernas. El esfuerzo y la diversión están asegurados.
Con esta cuesta subimos 280 m en un recorrido de poco más de 700 m. En la cima, las vistas sobre Játiva y su entorno son espectaculares.
Y acto seguido, el descenso por una vaguada que tiene también bastante pendiente y algunos pasos formados por escalones verticales suficientemente altos como para calificarlos de pasos técnicos, pero sin cambiar el sustantivo de escalones por el de paredes pues la contrahuella puede ser de unos 50 cm en el peor caso. Eso sí, hay que afrontarlos con prudencia y atención, igual que el resto de la bajada, por los escalones, la piedra suelta y, sobre todo, por la pendiente.
Al cabo de unos 240 m de descenso y otros 600 m de recorrido, llegamos otra vez a las afueras del pueblo, girando a la derecha para llegar al frontón, y pasando antes por una necrópolis de los pobladores islámicos de la zona, que nos deja a la vista antiguas tumbas excavadas en la piedra. Cerca del frontón, volvemos a pasar de nuevo por nuestro camino de subida, completando así nuestro primer bucle. Habremos recorrido unos 2 kilómetros.
Nos dirigimos ahora hacia la segunda subida, con el prólogo que supone remontar el Col o Port de Vernissa, con 100 m de desnivel, recorriendo unos 400 m. Esta subida la realizamos por el trazado del PR CV 78 sobre el Camí del Port de Bixquert, un camino bien marcado, que continuamos para bajar del collado. Después de un kilómetro caminando por la falda sureste de la sierra, encontramos el desvío a la izquierda del sendero que conduce a la variante del PR CV 78.1, pero nosotros continuamos por la senda en la dirección que llevamos. Ambos caminos son paralelos, el nuestro un poco más alto. Unos doscientos metros más adelante, la senda continua por la derecha con un ascenso de gran pendiente. Esta será nuestra segunda subida importante y, aunque no es tan vertical como la primera de la Pregonera, ni es necesario equipamiento para subirla, remontarla también nos costará trabajo. Serán 180 m de subida escarpada, con unos 500 m de recorrido. En la cima de Bernisa (454 m), después de algo más de cuatro kilómetros de ruta, habremos acumulado unos 580 m de ascenso y unos 280 de descenso, y disfrutaremos de vistas excepcionales.
Siguiendo nuestro itinerario, crestearemos unos 600 m por una senda por la izquierda de la subida, hasta que se bifurca, tomando la bajada de la izquierda. En la cresta, al principio encontramos algún paso estrecho, con caída a ambos lados. No tiene mayor dificultad, pero si fuese necesario, puede eludirse bajando un poco.
La bajada también hay que hacerla con prudencia, por la pendiente y el firme pedregoso.
Ya al pie de la falda de la sierra, encontramos otra vez el camí del Port de Bixquert, que discurre por el antiguo trazado de la colada azagador de Bernisa. Una colada es una cañada de paso del ganado, y un azagador, una cañada, una vía pecuaria de no más de 20 m de ancho. Lo seguiremos, por la izquierda. Al llegar a la altura de nuestra subida a la cima de Bernisa, habremos completado el segundo bucle del recorrido previsto, unos 5,8 km, con 610 m de subidas acumuladas y 500 m de bajadas.
Enseguida llegamos a una encrucijada de caminos, donde converge el PR CV 78 y sale la variante 78.1. Tomamos una senda sin marcas homologadas que nos sube a las Mamelletes, la primera en cota 284 m y la segunda, en cota 249 m. Ambas cimas corresponden a una pequeña sierra separada de la de Vernissa por el barranco de la  Solana, que recorreremos de un extremo al otro, en un recorrido de algo más de un kilómetro, y ascendiendo 30 m hasta la primera de las Mamelletes, bajando 60 m hasta el collado por el que pasa el Camí del Port, y subiendo otra vez otros 25 m hasta la segunda de la Mamelletes, por una senda que flanquea la ladera norte boscosa.
Completada la cresta, llegamos hasta otra encrucijada de caminos, donde tomamos el camino de la izquierda para bajar al barranco de la Solana, que iremos remontando algo más de un kilómetro, con 50 m de subida, para volver al cruce donde empezamos a subir a las Mamelletes, completando así el tercer bucle del recorrido previsto. Aquí encontramos el PR CV 78, y tomamos la variante 78.1, que sale a la derecha. Hemos completado la mitad de la ruta, y llevamos 8,3 km, con unos 730m de subidas y 630 m de bajadas.
Y comenzamos nuestro cuarto bucle con el que volveremos al punto de partida pasando primero entre la Serra Vernissa y la urbanización de Bixquert, para seguir después al pie de la montaña del Castell, por la zona de la Solana, hasta llegar al extremo oriental de la Panya Roja, donde cambiamos de vertiente y nos dirigimos hacia las murallas.
Así, continuamos itinerario por el sendero PR CV 78.1, a través de la falda boscosa de las Mamelles, llegando al camí del Port de nuevo, hasta llegar al corral de Mateu, al principio de la urbanización del Bixquert. El camino es cómodo y amplio. Después de andar un kilómetro y medio, llegamos otra vez a la encrucijada que encontramos a la bajada de las Mamelles. Ahí dejamos el PR, continuando por el camino de la derecha, hacia el barranco de la Solana, que iremos bajando un kilómetro, hasta encontrar una senda que sube próxima a la Peña Roja, y que, subiendo unos 50 m, nos permite cambiar de vertiente la montaña del Castillo. El cambio de panorama es total y la cresta de la Peña Roja, un diente impresionante. En ese punto habremos andado unos 11,2 km, con 820 m de subidas y 750 m de bajadas.
La senda nos lleva a la ladera boscosa y al cabo de unos 800 m llegamos a la muralla del castillo. La seguimos por la derecha y entramos por la puerta, cruzándola por primera vez, recuperando de nuevo el sendero del PR CV 78.1., hacia la izquierda. Mientras lo recorremos podremos disfrutar de magníficas vistas sobre Játiva. Al cabo de 300 m, llegaremos a la ermita de Sant Josep, donde encontraremos una fuente. Seguimos por la carretera, con las marcas del PR, y al llegar a las curvas de subida al castillo, la dejamos tomando un camino por la derecha, siguiendo el PR CV 78, que nos lleva a un pozo de la nieve del siglo XVIII. Continuando el PR, cruzamos la muralla por segunda vez, y 600 m más adelante llegamos de nuevo al Camí del Port de Bixquert, y por la derecha, subiendo, estaremos otra vez en el carrer Forn del Vidre, para llegar al punto de partida.
Habremos recorrido 14 km, con 830 m de subidas acumuladas.
La actividad la clasificamos como de nivel III+, que supone

  • Recorridos en Media Montaña.
  • Recorridos con desniveles grandes que pueden superar ocasionalmente los 900 m.
  • Rutas de larga duración, entre 6 y 8 h.

Este tipo de rutas requieren experiencia en senderismo y buena condición física.
Como ya dijimos, si en otras rutas la dificultad la marcan la longitud y el desnivel acumulado, en esta serán las pendientes tanto de subida como de bajada que afrontaremos en la primera parte de la actividad.

Para saber más y bibliografía:

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/xativa-serra-vernissa-subida-por-la-pregonera-vertice-geodesico-y-vuelta-al-castillo-148414379?utm_medium=social&utm_source=whatsapp&utm_campaign=share#wp-148414381

https://www.valenciabonita.es/2020/06/09/sepulturas-excavadas-en-la-roca-xativa/

https://castillosricsol.es/castillo-de-jativa/


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lunes, 16 de septiembre de 2024

Mapa y perfil de la ruta “De Boche a Riópar”.-

 Actividad prevista para el sábado, 5 de Octubre de 2.024.-

Después de este caluroso verano, recuperamos nuestras actividades de senderismo con una ruta preciosa por iniciativa de nuestro compañero Ángel Robles, que nos llevará de la aldea yestera de Boche a Riópar. Inicialmente iba a ser de Yeste a Riópar, pero al ser la primera después de unos meses sin actividades, hemos creído conveniente quitarle unos kilómetros y empezar a andar en Boche. El recorrido de Yeste a Boche corresponde al trazado de la séptima etapa del GR 68, Circular por la Sierra del Segura, que va de Yeste a aldea de Las Quebradas, al pie del “balcón de Pilatos”.
Así, comenzará nuestro recorrido en el kilómetro 4 de la carretera AB 512 de Yeste a Tus por Boche, pasada la aldea de Boche, donde parte un camino a mano izquierda. Es ancho para permitir el paso a los bancales que nos flanquearán. Son pequeñas parcelas sobre todo con olivos y almendros, que nos marcan el camino en el primer kilómetro, hasta llegar a una pinada, a mano derecha, donde sale una bifurcación también a mano derecha, que dejamos para seguir nuestro camino adelante, por la izquierda. Vamos cuesta abajo, buscando el cauce del río Tus. Dejamos la pinada y nos encañonamos más evidentemente siguiendo los arroyos que alimentan al río. Al cabo de kilómetro y medio, el camino se estrecha y es senda. En el kilómetro 1,8 cruzamos el cauce de un arroyo y subimos un poco, después de unos 130m de descenso. Enseguida volvemos a bajar, con más pendiente que antes. Encontramos un par de sendas que salen a mano derecha, que dejaremos. Al fondo del barranco vemos el cauce del río y las ruinas del Molino de los Alfaros. Después de un fuerte tramo de descenso, llegamos al puente del Moropeche para cruzar el río Tus. Habremos caminado unos 3,4 kilómetros, descendiendo unos 360 m, con un tramo de subida de 60 m.
Estamos al pie de la aldea de Moropeche, de Yeste, en las faldas del molejón que lleva su nombre. Éste es una singular meseta que forma parte del parque natural de los Calares del Mundo y de la Sima. Y ahora, para continuar nuestra travesía, deberemos subir al Calar del Mundo, remontando, desde cota 700, una subida de 900 m en unos 8 kilómetros de camino, hasta cota 1.600 m.
Subimos a Moropeche por una senda, al principio estrecha, entre carrascas, y luego entre parcelas agrícolas, más ancha. Llegando a la aldea serpentea y es camino asfaltado, con algún tramo de hormigón. Al cabo de algo más de un kilómero y unos 180 m de subida, alcanzamos la carretera. Seguimos subiendo por ella para cruzar la aldea. La dejamos subiendo por la calle Mayor y alcanzar un camino al Oeste, en la parte alta.
Seguiremos remontando nuestra cuesta por este camino, que sirve para comunicar las parcelas de olivos y almendros que ocupan terrazas en la falda Este del Molejón. En el kilómetro 5,9 de la ruta, ya con 380 m de ascensión acumulada, en cota 1.000 m, nuestro camino conecta con una amplia pista, por la que seguiremos subiendo 150 m más, durante 1,8 kilómetros, hasta llegar al arroyo de las Maderas, en cota 1100 m, donde la dejaremos tomando una senda a la izquierda.
La senda sigue subiendo a través de bosque de pinos y carrascas. A los 300 m, alcanzamos un camino más ancho, que recorreremos kilómetro y medio más. En ese punto, después de cruzar el arroyo del Puerto, en cota 1.380 m, ya con 820 m de ascensión acumulada, llegamos a la fuente de Manjanares. Aquí hay otro camino que se une al nuestro por la izquierda. Y un sendero, donde está la fuente, que sale a la izquierda, en dirección al collado del Puerto, en la cuerda de Loma Pelada, que es límite de la meseta del Calar del Mundo. Nosotros continuaremos por nuestro camino, por la derecha, para remontar el arroyo del Puerto y llegar al otro collado que lo separa del barranco del arroyo de la Marqueña, collado en el extremo de la cuerda de Loma Pelada, y por donde entraremos en el Calar del Mundo. En el collado, en cota 1.444 m, habremos recorrido 10,3 kilómetros, con 880 m de ascensión acumulada.
Hasta aquí, bosque de pinos y carrascas, con un buen camino, descarnado por la erosión, en algún tramo, pero que nos facilitará la subida. Saltando el collado, todavía tenemos que subir por la cuerda hasta cota 1.600 m, pero ya estamos en el Calar, y aunque nos encontramos con algún árbol, es la piedra la que predomina en el paisaje.
Una vez alcanzada la cota máxima, a algo más de un kilómetro del collado, iremos descendiendo por la ladera Oeste de Loma Pelada sin senda clara y con muy poca vegetación. Deberemos prestar atención a las piedras sueltas y lascas del terreno. Nuestro descenso tiene el objetivo de cruzar el arroyo de Tus y alcanzar la senda del GR 66. El arroyo lo encontraremos después de kilómetro y medio de bajada, en cota 1.460 m.
Cambiando de vertiente en el arroyo, por fin llegamos a la senda del GR. El siguiente objetivo, tras pasar por la fuente de los Tornajos, es alcanzar el collado del Argel, en cota 1.596 m, saliendo del valle del arroyo de Tus, para entrar en la Cañada de las Yeguas. La senda no tiene mal firme, aunque tampoco es bueno, pero las piedras sueltas y el lapiaz calizo es lo normal en el Calar. Es cuestión de prestar atención al caminar para evitar tropiezos o deslizamientos. En el collado del Argel habremos recorrido 14,6 Km, con 1.200 m de ascensión acumulada.
Descendemos la cuerda del Argel para llegar a la Cañada de las Yeguas y más allá, a 1,7 kilómetros, la fuente del Espino, donde el sendero del GR 66 que seguimos continua por el camino más ancho que recorre la meseta del Calar en esta zona. En este entorno disfrutaremos de un paisaje magnífico. Seguiremos el camino, acompañados siempre por las marcas blancas y rojas del GR, hacia el Norte. Poco a poco vamos encontrando más arbolado hasta que el camino queda inmerso en un bosque precioso de pinos, carrascas y quejigos. Iremos descendiendo poco a poco en un paseo fantástico, y al cabo de kilómetro y medio encontramos una caseta, algo destartalada, utilizada por los pastores como refugio eventual. Aquí termina el camino y continua el sendero, siempre con marcas de GR, y el descenso se hace más notable. El firme es bueno. Los montañeros transitan mucho esta zona. En la caseta de los pastores estaremos en cota 1.400 m, más o menos, y vamos a descender hasta cota 940 m para cruzar el río Mundo.
El descenso por el GR es realmente espectacular, a través de un bosque sobre todo de carrascas, también con pinos, y quejigos en la parte alta. El sendero está bien marcado. Encontraremos alguna bifurcación hacia la derecha, que no tiene marcas de GR, y que, por tanto, dejaremos. Como siempre, y aunque no encontraremos especiales dificultades, hay que caminar con prudencia, pues encontraremos piedras sueltas, firme irregular y multitud de raíces del arbolado.
Después de algo más de tres kilómetros, y unos 460 m de descenso, llegamos al cauce del río Mundo. Siempre siguiendo las marcas de GR, el sendero nos deja, cerca de la fuente de los Centenares, en el camino que corre paralelo al río y que nos conduce al paso del puente de la Viga, una construcción en el cauce del río para medir su caudal, y que nos permite el paso fácilmente por los puntales de hormigón que jalonan el cauce. En realidad, son cuatro pasos cortos.
Continuamos el recorrido del GR, ahora por el trazado de la Cañada de Andalucía una vez cruzado el arroyo de Roblellano, y después de algo más de un kilómetro de pista, llegaremos a la carretera CM 3204, Riópar – Siles, que tendremos que recorrer durante unos 900 m, siempre por la izquierda y con prudencia, hasta llegar al casco urbano de Riópar.
Habremos recorrido algo más de 22 kilómetros de ruta, con unos 1.100 m de desnivel acumulado.
La actividad la clasificamos como de nivel III+, que supone

  • Recorridos en Media Montaña.
  • Recorridos con desniveles grandes que pueden superar ocasionalmente los 900 m.
  • Rutas de larga duración, entre 6 y 8 h.

Este tipo de rutas requieren experiencia en senderismo y buena condición física.
El “plus” es consecuencia de combinación de la distancia y el desnivel acumulado, sin que existan otras dificultades técnicas.


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