lunes, 25 de mayo de 2015

Mapa y perfil de la ruta: “De Los Prados a Parolís, por Los Voladores: Media vuelta al Calar de la Sima”.

Actividad prevista para el sábado, 30 de Mayo de 2.015.-
Recorriendo esta ruta pasaremos del Norte del Calar de la Sima, al Sur, dándole la vuelta por su lado oriental. No vamos a crestearlo, ese reto lo dejamos para mejor ocasión. Esta vez visitaremos algunos de los antiguos cortijos y viejas aldeas, enclavadas en medio de la naturaleza, que nos hablan de la vida en otro tiempo, vida de esfuerzo, sacrificio y aislamiento.
Comenzamos la ruta en los aledaños del cortijo de Prados Altos, cerca de la aldea yestera y serrana de Los Prados, a la que se accede desde Yeste por la carretera AB-513, que nos conduce hasta Arguellite, desviándonos por la AB-5021 a la altura del pk.81, a la derecha. Poco antes de llegar a Los Prados, nos cruzamos con el trazado del GR 3 Calares, GR-66.1, en la fuente del Prado Salvador. Ahí nos vamos, precisamente por el GR, al Este, en dirección a la Moheda y al Vado de Tus.
Al encontrar la pista, al pié de la Piedra de la Cabeza, continuamos por ella, en dirección Este, remontando el arroyo de Collado Tornero, al pié del puntal con el mismo nombre que domina el valle.
En el Cuco, volvemos a encontrar la traza del GR 3 Calares, GR-66.1, y continuamos por la cañada del Avellano hasta la Sima que le da el nombre al Calar. Dejamos el GR, esta vez definitivamente, para bajar a Los Voladores por el antiguo sendero de herradura.
Primero pasamos por el Volador Alto y luego por el Bajo, que es, en realidad, el cortijo de Arroyo Cañizares. Desde que dejamos la Sima, nuestra dirección es Sur, flanqueados al poniente por los farallones pétreos del Calar.
Antiguos caminos, perdidos en algún caso, entre pinos y carrascas, nos llevan al cortijo de la Camarica de Abajo.Remontamos los Poyos de cañizares por el camino que conduce hasta el nacimiento del arroyo de la Camarica. El camino lo dejamos antes, por una senda medio perdida, a la derecha, en dirección a la Loma de Navaltornillo, que, saltando collados, nos conducirá hasta el cortijo del Prado de Juan Ruiz.
Recorremos un trecho de la amplia pista que conduce a Parolís, que es, en realidad, la Vereda de la fuente del Tejo, que comunica las aldeas serranas de Alcantarilla y Plañel, el Albacete, con Silex, de Jaén, aunque solo un trecho, pues por la izquierda aparece el camino que nos lleva hasta el cortijo de la Espinea, por el arroyo de Juan Ruiz, pasando antes por el Molino del Rubial y el cortijo del Cristo. Estamos en los Huecos de Bañares.
Entre los cortijos del Cristo y de la Espinea, un camino nos lleva hasta la Vereda del Tejo, penúltimo capítulo de nuestra ruta, y pista de singular y bellísima panorámica, sobre el arroyo de la Espinea, al pié de los Picachos de los Encerradores, y paso obligado por el cortijo de los Centenarejos, aunque nos cueste desviarnos un poco para decir que hemos estado ahí.
Los Picachos de los Encerradores es una sierra que es la prolongación del Calar de la Sima, que se cierne al Oeste. En el Collado de Gimeno, la pista deja Jaén para entrar en Albacete. Ahí la dejamos, bajando por la cuerda, vertiginosamente, hasta Parolis.
Por cierto, que Parolís, se llama así en los mapas del Instituto Geográfico Nacional, pero aparece como Parolix, en el cartel de la carretera A-63, por la que se accede desde Yeste, y aparece como “Paroli” en algún documento de la Diputación Provincial, que relata las aldeas (cortijos) vinculados a la de Alcantarilla, que es la principal de la zona.

Volviendo a la ruta, es actividad catalogada de nivel III+, que supone recorridos en Media Montaña, con desniveles grandes que pueden superar ocasionalmente los 900 m, rutas de larga duración, entre 6 a 8 h, pues recorreremos unos 25 km, con unos 1.000 m de ascensión acumulada. Este tipo de rutas requieren experiencia en senderismo y buena condición física.


lunes, 11 de mayo de 2015

Mapa y perfil de la ruta: “De Cotillas a Mesones, por el Collado de las Mesas: Travesía del Calar del Mundo”.

Actividad prevista para el sábado, 16 de Mayo de 2.015.-
Recorriendo esta ruta, cruzamos el Calar del Mundo de Oeste a Este. En Primavera, es de los mejores recorridos que podemos realizar, por las montañas de Albacete.
Partimos de Cotillas, al pié de su castillo, por la pista que conduce hasta Arroyo Frío. Al cabo de unos minutos de camino, nos desviamos por una senda antigua y perdida (que vamos abriendo a base de pasar una y otra vez sobre ella), que nos sube hasta el Collado de las Mesas, al pié del Puntal del mismo nombre, que hemos de subir alguna vez, pero no en esta ocasión, que tenemos kilómetros por delante. El paraje se llama el Hituero, y por la cuerda que se nos abre, con excelentes vistas al Oeste, y en dirección Sur, llegamos al Poyo del Espliegar y al pié de la Peña de la Lastra, donde empezamos el descenso que nos lleva al principio del Barranco de la Huesa (que algunos confunden con el de la Puerta), y al camino de la Cañada de los Mojones, que será nuestro camino, hacia el Norte, hasta el Pocico de Arriba, donde está el Mirador de los Chorros.
Seguimos hacia el Este, buscando el Pozo de la Bomba, subiendo. En primavera está precioso el paraje, llenos de verdes y flores. Y, siguiendo camino, por la Cañada de las Yeguas, vamos a subir al Argel, la mayor altura del Calar, que bien merece la pena.
El siguiente sitio que vamos a visitar es el Tejo Milenario, a medio camino hacia el balcón de Pilatos, que será el punto de bajada del Calar, por el Cortijo de Segundo y la pista del arroyo de la Celada.
Casi siempre hemos recorrido la senda del arroyo de la Celadilla, pero esta vez, por lo largo del camino que llevamos hecho, nos vamos por la Celada, y también por cambiar un poco, que hace tiempo que no pasamos por ahí.
Al final del camino, la carretera de Riópar y Mesones, a un pasico.
Habremos recorrido unos 26 km, con unos 1.300 m de desnivel acumulado, que no son de tirón, pero se irán acumulando en subidas.

Es actividad catalogada de nivel III+, que supone recorridos en Media Montaña, con desniveles grandes que pueden superar ocasionalmente los 900 m, rutas de larga duración, entre 6 a 8 h. Este tipo de rutas requieren experiencia en senderismo y buena condición física.


martes, 5 de mayo de 2015

ROCK´N´ROLL MARATÓN MADRID 2015

Maratón 42 km, con recorrido por el casco urbano de Madrid, disputada el domingo 26 de abril de 2015.
"Es una carrera totalmente asequible, de esas que no se olvidan jamás, y que sin duda hará que saquéis lo mejor de vosotros mismos durante los 42 kilómetros".
Chema Martínez, Revista nº 78 oficial del EDP Rock´n´Roll Madrid Maratón.
La noche anterior a la carrera presagiaba lo que nos esperaba. La mañana del domingo 26 de abril, la lluvia había hecho su aparición, y, de forma intermitente, había llegado para quedarse. Los augurios de los días anteriores, en forma de pronósticos, se iban a cumplir con poco margen de error.
La cita era a las 9 de la mañana en la Plaza Cibeles. Llego con bastante antelación, como siempre, me gusta estar activo horas antes de la carrera, comer algo, andar y seguir una serie de rutinas, para ir metiéndome en carrera, sin que esta haya comenzado.
Sobre las 8:30 horas, me dirijo al cajón de salida. Una vez allí, coincido con Antonio López, amigo y compañero del club, que junto a su hija, esperan el comienzo de la carrera. Ana va a correr el medio maratón y la salida es conjunta para las dos distancias. Ya no nos moveríamos de la posición en el cajón de salida, charlando, fijando objetivos, comentando el tiempo, que si sigue así, es bueno para la carrera.
Bueno, son las 9 y empieza el Rock´n´Roll 2015 pasado por agua, la poca que cae del cielo, más la acumulada en el trazado de la carrera en forma de charcos. Los primeros metros los hacemos juntos, aunque llevamos objetivos diferentes, es un ritmo que nos va a los dos. Mi objetivo, la referencia de 3:15 y que prácticamente, ya en el primer kilómetro, estábamos con ella.
Nos dirigimos por plena Castellana, dirección norte, hasta la Plaza de Castilla. El ritmo va subiendo, pica hacia arriba y creo que estoy en el lugar adecuado, llevo el ritmo de carrera sin dificultad. El trazado del maratón de Madrid es un auténtico tobogán, hacia arriba, hacia abajo, así durante los 42 kilometros de carrera. Pero no me obsesiono, ni por los kilometros hechos, ni por los que me faltan por correr; solo pienso en correr y que el tiempo y los kilómetros vayan pasando. En este primer tercio de carrera, allá por el kilómetro 14, cuento con el apoyo de mi familia.
Entre subidas y bajadas, cuando me doy cuenta, estamos en la Puerta del Sol. Mucho público en todo el recorrido, pero en este punto, el pasillo de gente allí congregada, es abrumador. De allí nos dirigimos hacia La Almudena y el Palacio Real, a lo largo de la calle Mayor, el público de Madrid, aparte de masivo, es entendido. Estamos en el ecuador de la carrera, buscando la Casa de Campo.
Vamos dejando atrás las calles de la ciudad para internarnos en este gran espacio verde. Pero el trazado no cambia, hacia arriba, hacia abajo, así hasta completar el segundo tercio de carrera. A esta altura de carrera, las referencias de otros atletas que me rodean, pocos cambios sufren; las camisetas y colores de las mismas, me acompañarían hasta el final.
De vuelta, otra vez a las calles de la ciudad, hacia el Estadio Vicente Calderón. Seguía lloviendo de forma moderada, pero el público aguantaba, animaba y se involucraba en la carrera, para entonces, el “¡Vamos Albacete!”, había llegado en varias ocasiones a mi oído, (yo diría que a mí corazón). En la parte delantera de mi camiseta, a la altura del pecho, lucía orgulloso, el rótulo  del "Club Trail Albacete" perfectamente legible.
Bueno, entre gritos de “¡Ya lo tenéis!” y “¡Que no os queda nada!”, nos metemos, en el último tramo de carrera. Hay que tener la mente fría, ni lo tenemos hecho, y nos queda bastante. Es el tramo final del kilómetro 30 al 42. El cansancio va apareciendo, pero solo pienso en correr. A esta altura de carrera, reconozco que ya he abandonado mi objetivo de inicio de carrera, las 3:15; aunque en las inmediaciones del kilómetro 30, he tenido a la vista la referencia de mi objetivo, a unos 200 metros más adelante, pero creo que el ritmo que llevo es el adecuado.
A la altura de la Estación de Atocha, el cielo se nos cae encima, en forma de lluvia torrencial, como ducha anticipada, y que nos acompañaría hasta meta. Últimos kilómetros, El Retiro a mi derecha, Museo del Prado, Cibeles, Paseo de Recoletos, Plaza de Colón, en este punto “¡Vamos Trail Albacete!”, “¡Vamos Emilio!”, que soy del club, despojándose del chandal y mostrándome la misma camiseta que yo lucía, aunque yo no reconocía a la persona que la portaba. Es Jaime Mateo, con el cual no he coincidido en ninguna carrera, pero sé de él, por sus comentarios en Telegram, choque de manos en todo lo alto, metidos en un gran charco de agua y con la sensación de no estar solo, en estos últimos tres kilómetros, ahora sí, afronto el final de carrera, con la sensación del trabajo bien hecho.
El Paseo del Parque del Retiro me espera. Último tramo vallado de carrera. Son los últimos metros, me saluda Ana, hija de Antonio, y una vez pasada la meta, me espera mi hija Laura, que lleva rato esperándome bajo la lluvia, gesto que agradezco, tanto como la ropa de abrigo que me trae, el resto de familia me espera, a buen cobijo.
Allá por el kilometro dos de carrera, reconocí una cara conocida en carrera, no, no puede ser, es Chema Martinez. Corrí a su lado algunos metros, entre comentarios de otros atletas al reconocer al campeón español. Nuestros objetivos eran diferentes, pronto lo dejé atrás, él disfrutaba de la carrera y yo buscaba los 3:15.
Saludos a todos.

Emilio Lorenzo