Actividad prevista para el 5 de Octubre de 2.025.-
Uno
de los lugares más impresionantes de la Sierra del Segura es el arroyo de la
Espinea que, remontando desde Parolix, en el límite provincial entre Albacete y
Jaén, discurre de Este a Oeste, al sur del Calar de la Sima, encajado entre los
altos de Los Centenares, al Norte, y Los Asperones al Sur, hasta los Huecos de
Bañares.
Hemos
recorrido esta zona varias veces, entre otras, con las rutas:
➜ “De Los Prados a Parolís, por Los Voladores: Media vuelta al
Calar de la Sima”.
https://cmsierraalcaraz.blogspot.com/2015/05/mapa-y-perfil-de-la-ruta-de-los-prados.html
➜ “Arroyo de la Espinea y Cabeza de la Mora”.
https://cmsierraalcaraz.blogspot.com/2015/04/mapa-y-perfil-de-la-ruta-arroyo-de-la.html
➜ “Travesía del Calar de la
Sima, desde Parolis hasta el Vado de Tus”.-
https://cmsierraalcaraz.blogspot.com/2018/04/mapa-y-perfil-de-la-ruta-travesia-del.html
Y
en esta ocasión, nuestro compañero Sebastian Cano, siempre inquieto por
recorrer los parajes más escondidos e impresionantes, nos ha preparado una ruta
circular que, partiendo desde Parolix, remontará el arroyo de la Espinea,
subiendo al Calar de la Sima, para regresar por el Regajo de las Aceas y
Collado Gimeno.
Así,
comenzaremos a andar en la aldea yestera de Parolix, o, más bien, Parolís, que
es como la llaman los de la zona, justo en el límite provincial con Jaén, junto
al río Segura. Nos dirigiremos hacia el Sur, precisamente hacia Jaén, por la
carretera CM 3263, hasta cruzar el puente sobre el arroyo de la Espinea, cerca
de donde vierte sus aguas al Segura. Nada más cruzarlo, encontramos un camino
ancho que sale a mano derecha, paralelo al cauce del arroyo. Lo tomamos y lo
recorremos sin desviarnos de él, hasta que se convierta en una senda, al cabo
de un kilómetro.
La
senda discurre por la margen derecha del arroyo en todo momento, inmersa en una
exuberante naturaleza y espectacular paisaje de farallones y paredes calizos,
que nos sorprenderá a cada recodo. Vamos remontando el arroyo y ganando altura.
Pasado el recodo del cerro Guijarral, a mano derecha se abre un barranquillo
que hace girar al sendero. Un poco más adelante, la senda se hace más ancha.
Siguiendo este camino, llegamos a las ruinas de un cortijo, en un claro en lo
alto de un promontorio. Hasta aquí habremos recorrido unos 4,2 km, con unos 400
m de ascenso progresivo.
El
camino vuelve a ser sendero, que va progresando por la ladera en cota 1000m,
más o menos. Lo seguiremos, descubriendo los parajes impresionantes que
encierra el cañón, durante unos dos kilómetros y medio. En este punto, habremos
pasado un estrecho en el cañón, que forman un farallón en la margen izquierda y
las paredes verticales del cerro de Loma Rasa, a la derecha, que forman un
recodo esquinado. La senda, que va recorriendo su base, entra en una zona más
amplia. A la derecha se abre otro barranco que viene del Portillo de la
Espinea, una especie de valle que recuerda a los valles glaciares, y que es
camino hacia el Calar de la Cabeza de la Mora. En esta ocasión, seguimos en
dirección Oeste, llegando a una zona más despejada de arbolado, donde encontraremos
un camino más ancho, que seguiremos, y que nos deja en las ruinas del cortijo
de la Espinea después de cruzar el arroyo. Hasta aquí habremos recorrido algo
más de 7 km, con unos 500 m de ascenso acumulado. Estamos en cota 1020m.
Encontramos
en esta zona un camino cómodo, que nos permite avanzar rápido. Lo seguimos,
cuesta arriba, en la dirección que traemos, noroeste. Después de andar un
kilómetro y medio, y de cruzar el cauce del arroyo varias veces, siempre
siguiendo el camino, llegamos a las ruinas del Molino del Rubial. Un poco más
adelante, desemboca el arroyo del Prado de Juan Ruiz, por la izquierda. El
camino sigue por la derecha, siguiendo el de la Espinea, pero lo deja pronto: Tras
una pronunciada curva para salvar el barranco del arroyo, gira para seguir el
del Prado, tomando dirección norte, tras salvar una loma. Durante la curva de
este giro, parte un desvío a la izquierda, que ignoraremos. A 1,3 km del
Molino, encontraremos otro cruce, donde seguiremos por la derecha, y,
enseguida, dejamos para seguir otro camino, más perdido, que sale por la
izquierda. Podríamos seguir por la izquierda del camino, en el cruce, y, al
final, llegar al mismo sitio, pero éste es más directo. En este punto llevaremos
caminados unos 10 km, con unos 600 m de ascensión acumulada.
A
500 m, encontraremos un desvío que sale a mano derecha, que ignoraremos (va al
Cortijo de la Loma Tejera), y 150 m más adelante volvemos al camino principal,
la pista rodable que comunica con el Cortijo de Juan Ruiz, desde la
Alcantarilla – Arguellite hasta los Huecos de Bañares. Justo en el cruce,
dejamos el camino, cruzándolo directamente, y subiendo por la cresta. Es una
arista en la falda sur del Calar del Mundo, que remontaremos campo a través. No
tiene más dificultad que la pendiente, del 29%, y los 1,6 km de largo, aparte
de algún escalón y algo de piedra suelta en algunos tramos: Nada técnico. El
dorsalillo va describiendo una progresiva curva de Norte a Este. De vez en
cuando, debemos echar la vista atrás, para no perdernos la maravilla de paisaje
que tenemos a nuestros pies. Merecerá la pena, desde luego. En lo alto del
Calar de la Sima, casi en su vértice Sur, habremos caminado unos 12 km, con
unos 1000 m de ascensión acumulada.
Ya
en lo alto del Calar, y sin la pretensión de llegar al Mentiras (1.896m), solo
nos queda bajar y volver a Parolix. Tenemos la opción directa de bajar por otra
arista en la falda sur del Calar, la de la Sierra de la Tejarra, que nos
dejaría, directamente, en Collado Gimeno, pero es que es muy “áspera”, como
dice nuestro compañero Pablo Caja. Obviando los paisajes que podemos
contemplar, que ya los hemos visto en la subida, sin eufemismos, es una bajada
fea, caliza, con piedra suelta que te obliga a mantener la vista en el suelo.
Por eso, vamos a dar un rodeo, caminando un rato por la meseta, unos 1000 m, y saliendo
(empezando a bajar) del Calar por la Peña Palomera, por el GR 66, pero
desviándonos a la derecha al llegar a los tornajos en la cabecera del arroyo
Palomera. En toda esta zona no hay sendas, salvo el GR en las faldas de la
Palomera. Caminaremos siguiendo trochas y por donde veamos que se progresa
mejor. Una vez que lleguemos a los tornajos, nos encaminaremos hacia el
farallón que se encuentra al Sur, en la ladera, y seguiremos esa dirección,
siguiendo una diagonal y la primera arista, a la derecha del cauce del Regajo
de la Aceas, un arroyo que termina en el Palomera. En la bajada, terminamos en
un camino que comunicaba un viejo cortijo a orillas del arroyo. En este punto
llevaremos unos 15,5 km de ruta y unos 1300 m de ascensos acumulados.
Una
vez en el camino, con un panorama espectacular, lo seguimos por la derecha,
hacia el Sur. Se va adentrando, por las faldas de la Morra del Rayo (1300m) al
barranco en la Cañonquilla, un paraje más abrupto, algo más vertical, pero más
verde al encontrarnos en cota 1000 m más o menos. Encontraremos una bifurcación
a mano derecha, que tomaremos. Ahí delante encontramos unas ruinas y la traza
de un sendero de herradura que baja por la pared derecha del barranco en
dirección al Este. Años atrás, no muchos, utilizaron este sendero como vía de
saca de madera, un jorro como dicen los de aquí, y la maquinaria lo destrozó en
muchos tramos. En fin, una pena. Lo iremos bajando, sorteando algunos
destrozos. El sendero nos dejará en una pista, que seguiremos por la derecha.
Hasta aquí, Habremos recorrido unos 18,5 km, con unos 1400 m de ascensiones
acumuladas.
Seguiremos
la pista un kilómetro, subiendo hasta el collado Gimeno, que nos deja de vuelta
en el barranco del arroyo de la Espinea. Continuamos, ya cuesta abajo, durante
unos 900 m, hasta la cabecera de una arista, la segunda que hemos encontrado a
la derecha. Aquí, en la curva del camino, sale un antiguo sendero fácil de
andar, aunque con tramos con firme descarnado y pedregosos, que nos va a dejar,
un kilómetro y medio después, con 250 m de descenso, otra vez en Parolix.
En total habremos recorrido unos 22 km
con unos 1.500 m de desnivel acumulado.
La actividad la catalogamos como de
nivel III+, que supone:
- Recorridos en Media Montaña
- Recorridos con desniveles grandes que pueden superar ocasionalmente los 900 m.
- Rutas de larga duración, entre 6 a 8 h.
– oo O oo –
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