El próximo sábado, día 28, vamos a subir a Aitana (1.557m), la cumbre más alta de las montañas alicantinas, en la comarca de la Marina Baja, aunque, para siendo sinceros, no podremos llegar a la cima, pues está ocupada por instalaciones militares y antenas de comunicaciones; nos quedaremos a 1.548m de altura y a unos 250 m de distancia.
El autobús nos llevará hasta la localidad de Benifato, a medio camino entre Alcoy y Benidorm, cerca de Guadalest. Vamos a intentar que nos suba hasta la fuente del Partagat, lugar habitual desde donde parten los senderistas que se dirigen a Aitana. Y es que “la Font” como le dicen allí, esta a cota 1000m, y el pueblo 650m. El inconveniente es la carretera que sube, que es estrecha y repentina para los vehículos.
Aitana estará cerca, al Sur, pero nos dirigiremos hacia el Norte, buscando caminos que nos conduzcan al Castillo de Confrides, o de Alfofra, de Aitana, o de Benifato, pues no en balde está dentro de su término municipal, y a escasos metros del de Confrides. Son las ruinas de una fortaleza árabe conquistada por Jaime I en 1264. Podéis encontrar una reseña (por ejemplo) en:
http://www.naturayeducacion.com/castillos/c_valenciana/alicante/marina_baixa/confrides/castillo_confrides.asp
Y desde ahí, nos encaminamos a nuestro objetivo, subiendo progresivamente por caminos, sendas y algún atajillo. El último trecho de subida lo anuncia la Font de la Forata, y jalonado por algunos de los pozos de nieve, que tanto nos impresionaron al recorrer el Parque de Mariola, y bien guardado por el “Pas de Rabosa”, al que se accede por un corto, angosto y empinado sendero que nos enfilará hasta un estrecho natural, una puerta que obligará a más de uno a quitarse la mochila y a pasar de lado.
Cincuenta metros más arriba en el último tirón, nos aguarda la un hito de piedras, cerca del vallado militar, para contemplar (si la niebla y las nubes son generosas y se van de viaje a otro sitio), una de las mejores vistas de Alicante.
Bajaremos por la cuerda de la Sierra, hacia el Oriente, hasta el Port de Tagarima, y por el camino con las marcas del PR CV 10, hasta la Font del Partagat. Habremos recorrido unos 16 km.
La previsión meteorológica es bastante nefasta, casi seguro que nos llueve y quizá nieve, la cota está a 1100m. Viento de 30 km/h. Habrá que estar atentos a la predicción, e ir convenientemente pertrechados para el frío (estaremos muy altos) y para la lluvia y la nieve, incluso con ropa de repuesto, sobre todo calcetines y calzado. No nos da miedo, somos los del Sierra y vamos a disfrutar en la compañía de nuestros compañeros. Decálogo del montañero: “La lluvia forma parte de la naturaleza; ¡disfrútala!”; letanía, o mejor, como dice nuestro venerable Germán, “mantra”: “No hay dolor”.
Tampoco somos temerarios. Por eso, estad atentos al correo.
lunes, 23 de enero de 2012
Subida al Mentiras (casi 1900m, 1896 más o menos, depende de donde se mire), desde La Alcantarilla hasta Arguellite, por la Peña Palomera.
Las 06:50h del domingo 22 de Enero. Nadie por la calle. Algún coche circula, pero son un par de luces en movimiento, estrellas fugaces en el cielo de las estrellas que son las luces de las farolas.
Y los 16 montañeros dos de ellos muy jóvenes, Emilio y Esteban, dignos de elogio, que se reúnen para acudir a la llamada del madrugón y del esfuerzo, movidos solo por la voluntad; no confundir con la ansiedad que mueve a un enganchado a un vicio, es fuerza de voluntad, porque la recompensa que es personal e intransferible y distinta para cada uno, bien valdrá el sacrificio.
La nieve caída de la última semana nos invita a la ruta. No hay ni secreto ni conspiración: Un aviso basta.
Nos ponemos en camino a La Alcantarilla, aldea cerca de Plañel, pedanías de Yeste, cara oriental del Calar de la Sima.
Tras mucho viaje, organizamos los coches para que la ruta sea lineal, y nos ponemos en marcha con algún titubeo para encontrar la salida. Pero al final, el arroyo Palomera nos acoge. Viene crecido. Nos regala la música del agua que en el sendero vegetal que asciende, es estereofónica, fuerte y grave a la derecha, por el agua del arroyo y dulce y aguda por la izquierda, al saltar entre las piedras del sendero, improvisado canalillo para el agua.
Dos farallones imponentes, quizá cuarenta metros, quizá más, son el pórtico que nos anuncia lo abrupta y montañera de la ruta. Punto clave, con dificultades para seguir la senda, porque todo es naturaleza salvaje, piedras y zarzas.
El primer escalón nos hace olvidar el frio de la mañana; llegamos a un momento de respiro mientras recorremos un antiguo camino de saca de madera, y casi con las mismas pulsaciones, el segundo escalón. Paramos a respirar, tomar un trago de agua y a quitarnos la penúltima capa. Un mirador esplendoroso es el aliento del camino, que nos hace sufrir con la subida, pero que no quiere que abandonemos, y nos hace exclamar y dibujar caras de asombro.
Otro escalón, más esfuerzo; alternamos senda con caminos viejos y no tanto, con alguna “trocha del ganao”. Y más vistas, aliento para nuestros fatigados pechos. Estamos ya sobre el Regajo de las Aceas.
Otro escalón, estamos a 1.600m; este a sido duro, hemos sorteado el barranco entre las crestas de “El Rayo” y “La Cabaña”; paramos, mientras contemplamos lo que nos espera. Nos parecía lejos, abajo, y ahora está ahí, la Peña Palomera.
El reino vegetal va perdiendo sus poderes y ahora reina la piedra. Otro esfuerzo más. Hemos pasado los tornajos, estamos pisando nieve, virgen, que cruje mientras acoge nuestra huella.
Afrontamos el último escalón, que nos dejará las piernas con el lamento del dolor, el pecho, desbocado, buscando aire, pero solo hay una voluntad: Seguir subiendo.
Y al saltar un risco, por fin la cima queda a la vista. Todas las voces del dolor desaparecen. Lo hemos conseguido. Estamos en el Mentiras, a casi 1900m.
Y contemplamos el esplendoroso espectáculo de nuestra sierra, verde y blanca.
El tiempo justo para comer en el mejor de los restaurantes, al pié del “pincho” que marca la cima, y nos ponemos cuesta abajo, hundiéndonos entre la nieve hasta las rodillas, entre piedras, cojines de monja y pinos doblegados por el viento. Cerca de la Molata del Imperio, decidimos atajar e improvisar la bajada. El terreno de Tala Martínez es favorable, y en un momento estamos en el “Rincón Gallego”, donde el bosque reina, a un paso de Arguellite.
Hemos llegado al final, contentos, orgullosos y casi satisfechos. No nos faltan más que unas estupendas cervezas y refrescos, y generosa merienda, con las que venimos soñando desde el último kilómetro, entre carrascas antiguas y casas de piedra. Son las cuatro o las cinco más o menos, que más da, es de día aún. Empezamos a 750m, alcanzamos los 1900m, hemos recorrido 15 km inolvidables. Y entre sonrisas y ojos muy abiertos, ¡ya estamos dándole vueltas a la próxima!
Y los 16 montañeros dos de ellos muy jóvenes, Emilio y Esteban, dignos de elogio, que se reúnen para acudir a la llamada del madrugón y del esfuerzo, movidos solo por la voluntad; no confundir con la ansiedad que mueve a un enganchado a un vicio, es fuerza de voluntad, porque la recompensa que es personal e intransferible y distinta para cada uno, bien valdrá el sacrificio.
La nieve caída de la última semana nos invita a la ruta. No hay ni secreto ni conspiración: Un aviso basta.
Nos ponemos en camino a La Alcantarilla, aldea cerca de Plañel, pedanías de Yeste, cara oriental del Calar de la Sima.
Tras mucho viaje, organizamos los coches para que la ruta sea lineal, y nos ponemos en marcha con algún titubeo para encontrar la salida. Pero al final, el arroyo Palomera nos acoge. Viene crecido. Nos regala la música del agua que en el sendero vegetal que asciende, es estereofónica, fuerte y grave a la derecha, por el agua del arroyo y dulce y aguda por la izquierda, al saltar entre las piedras del sendero, improvisado canalillo para el agua.
Dos farallones imponentes, quizá cuarenta metros, quizá más, son el pórtico que nos anuncia lo abrupta y montañera de la ruta. Punto clave, con dificultades para seguir la senda, porque todo es naturaleza salvaje, piedras y zarzas.
El primer escalón nos hace olvidar el frio de la mañana; llegamos a un momento de respiro mientras recorremos un antiguo camino de saca de madera, y casi con las mismas pulsaciones, el segundo escalón. Paramos a respirar, tomar un trago de agua y a quitarnos la penúltima capa. Un mirador esplendoroso es el aliento del camino, que nos hace sufrir con la subida, pero que no quiere que abandonemos, y nos hace exclamar y dibujar caras de asombro.
Otro escalón, más esfuerzo; alternamos senda con caminos viejos y no tanto, con alguna “trocha del ganao”. Y más vistas, aliento para nuestros fatigados pechos. Estamos ya sobre el Regajo de las Aceas.
Otro escalón, estamos a 1.600m; este a sido duro, hemos sorteado el barranco entre las crestas de “El Rayo” y “La Cabaña”; paramos, mientras contemplamos lo que nos espera. Nos parecía lejos, abajo, y ahora está ahí, la Peña Palomera.
El reino vegetal va perdiendo sus poderes y ahora reina la piedra. Otro esfuerzo más. Hemos pasado los tornajos, estamos pisando nieve, virgen, que cruje mientras acoge nuestra huella.
Afrontamos el último escalón, que nos dejará las piernas con el lamento del dolor, el pecho, desbocado, buscando aire, pero solo hay una voluntad: Seguir subiendo.
Y al saltar un risco, por fin la cima queda a la vista. Todas las voces del dolor desaparecen. Lo hemos conseguido. Estamos en el Mentiras, a casi 1900m.
Y contemplamos el esplendoroso espectáculo de nuestra sierra, verde y blanca.
El tiempo justo para comer en el mejor de los restaurantes, al pié del “pincho” que marca la cima, y nos ponemos cuesta abajo, hundiéndonos entre la nieve hasta las rodillas, entre piedras, cojines de monja y pinos doblegados por el viento. Cerca de la Molata del Imperio, decidimos atajar e improvisar la bajada. El terreno de Tala Martínez es favorable, y en un momento estamos en el “Rincón Gallego”, donde el bosque reina, a un paso de Arguellite.
Hemos llegado al final, contentos, orgullosos y casi satisfechos. No nos faltan más que unas estupendas cervezas y refrescos, y generosa merienda, con las que venimos soñando desde el último kilómetro, entre carrascas antiguas y casas de piedra. Son las cuatro o las cinco más o menos, que más da, es de día aún. Empezamos a 750m, alcanzamos los 1900m, hemos recorrido 15 km inolvidables. Y entre sonrisas y ojos muy abiertos, ¡ya estamos dándole vueltas a la próxima!
lunes, 16 de enero de 2012
“Aligerar excesos”, de Albacete a Aguas Nuevas, almuerzo, y regreso.
Queríamos quitarnos algún trocito de turrón y alguna copita de más (¡los excesos de la Navidad!), pero lo que pasó fue todo lo contrario…
El pasado 7 de Enero, sábado, a las 8, partió la comitiva desde el principio de la vía verde; después de los saludos de protocolo y el deseo de feliz Año entre todos los “compis” tapados hasta la cejas, empezamos la andadura hacia la muy noble villa de Aguas Nuevas. Entre animada conversación y a buen ritmo llegamos a nuestro destino, que no era otro que un magnífico establecimiento de comidas o lo que viene a ser lo mismo el bar del pueblo, pero aquí es donde fallaron nuestros propósitos pues no se nos ocurrió tomar una tacita de té o un café con leche calentito… ¡no, eso no es para los montañeros! Algunos nos tomamos un “pinchito” de morcilla, que consistía en media barra de pan con cuatro morcillas, y los más moderados nos aplicamos un plato combinado con huevo frito, pisto y guarrillas. ¿Y ya? ¡No! De entrantes al centro un par de platos de “tajadillas”, todo regado con cerveza y vino de la tierra. Terminamos este liviano tente en pie con su correspondiente carajillo o Belmonte según el gusto del comensal. Emprendimos la retirada, esta vez menos tapados que el sol y el vino ya nos calentaban… y con mejor ritmo que a la ida porque llevábamos los depósitos recargados, sacando una media por encima de los 6 Km /H, medidos por nuestro insigne Sr. Presidente. A las 13,15 hrs. llegamos al punto de partida, procediendo a los protocolarios estiramientos y despedidas.
Debido a lo agradable de la mañana en su conjunto, decidimos que una vez al mes haríamos una marcha similar, sin tener que planear ruta ni medio de transporte. Se podría llamar… “La mañana gastronómica”. Que si un día a Tinajeros, otro a Chinchilla, al siguiente Aguas Nuevas, y así a cualquier lugar que no esté a más de 25 ó 26 Km. de Albacete… ¡y haya buen Yantar!
Mari Carmen “Mayca” González Paterna.
El pasado 7 de Enero, sábado, a las 8, partió la comitiva desde el principio de la vía verde; después de los saludos de protocolo y el deseo de feliz Año entre todos los “compis” tapados hasta la cejas, empezamos la andadura hacia la muy noble villa de Aguas Nuevas. Entre animada conversación y a buen ritmo llegamos a nuestro destino, que no era otro que un magnífico establecimiento de comidas o lo que viene a ser lo mismo el bar del pueblo, pero aquí es donde fallaron nuestros propósitos pues no se nos ocurrió tomar una tacita de té o un café con leche calentito… ¡no, eso no es para los montañeros! Algunos nos tomamos un “pinchito” de morcilla, que consistía en media barra de pan con cuatro morcillas, y los más moderados nos aplicamos un plato combinado con huevo frito, pisto y guarrillas. ¿Y ya? ¡No! De entrantes al centro un par de platos de “tajadillas”, todo regado con cerveza y vino de la tierra. Terminamos este liviano tente en pie con su correspondiente carajillo o Belmonte según el gusto del comensal. Emprendimos la retirada, esta vez menos tapados que el sol y el vino ya nos calentaban… y con mejor ritmo que a la ida porque llevábamos los depósitos recargados, sacando una media por encima de los 6 Km /H, medidos por nuestro insigne Sr. Presidente. A las 13,15 hrs. llegamos al punto de partida, procediendo a los protocolarios estiramientos y despedidas.
Debido a lo agradable de la mañana en su conjunto, decidimos que una vez al mes haríamos una marcha similar, sin tener que planear ruta ni medio de transporte. Se podría llamar… “La mañana gastronómica”. Que si un día a Tinajeros, otro a Chinchilla, al siguiente Aguas Nuevas, y así a cualquier lugar que no esté a más de 25 ó 26 Km. de Albacete… ¡y haya buen Yantar!
Mari Carmen “Mayca” González Paterna.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Ruta “por el río Alhárabe y el cañón de Hondares”, 10 de Diciembre de 2011
El autobús nos recoge a las 7 y media de la mañana. Hace frío. Paramos en Moratalla a tomar un café. El día será bueno, estupendo para andar. 14º, sin lluvia, poco viento y tibio sol de otoño.
Partimos del complejo hostelero del camping “La Puerta”. Amablemente se nos permitió cruzarlo hasta alcanzar el río Alhárabe, que remontamos unos 3 km a través de un estrecho sendero que desfila a su lado, entre riscos, cañaverales y granados, y flanqueado por el farallón de la Puerta de Somogil, los cortados del Calar del Fresne y la pista que conduce al Pinar de Navarro.
A la altura de las ruinas del molino de Somogil lo dejamos, precisamente para tomar la pista. Cortijos a izquierda y derecha y al frente los muros de piedra de los “Cenajos del Agua Cernida”, que tanto nos recordaron a los que podemos contemplar en el cañón del río Mundo, a la altura del cortijo de San Martín y Las Juntas.
Un receso para tomar un bocado, acomodados en el frondosísimo pinar que atraviesa la pista y al cabo de un par de horas desde nuestra partida, y unos siete u ocho km de marcha, tomamos un desvío a la derecha, en dirección Norte, donde comenzamos la ascensión por el Pinar de Navarro que nos llevará a la cota máxima, cerca del cortijo de las Lomas.
Magníficas vistas de los valles murcianos y de las masas forestales de estos entornos nos acompañan, y nos dan excusa para contemplarlos, hacer alguna foto y tomar, de paso, un respiro en la subida, que, sin ser muy exigente, si que nos recuerda que somos un Club de montaña…
Alguna compañera se rezaga, pagando su inexperiencia al afrontar el esfuerzo, al dejarse llevar por el entusiasmo y marchar con una cadencia de paso demasiado alta. El grupo la espera mientras contempla las colinas calizas de la sierra de la Muela.
Continuamos la marcha hasta el cortijo de Hondares de Abajo, por viejos caminos entre pinos, carrascas y matorrales, y cruzando el arroyo de Hondares, apenas un hilo de agua. Tras tomar algún atajo, tomamos el camino que nos conduce, ya en el cañón del arroyo, a la Poza de la Tortuga, cascada y falla, donde quedamos asombrados por lo sorprendente de las formaciones y la belleza de su colorido y su luz.
El camino, junto al arroyo de Hondares, se convierte en senda, y nos lleva a la magnífica carrasca, quizá centenaria, que nos servirá de acogedor restaurante.
Con nuevas fuerzas y con el regusto de los dulces del postre, la senda se convierte en viejo camino de herradura, que se va ensanchando frente a la antigua mina de cobre bajo las paredes del puntal del Fraile y su orgulloso “dedo”. Piedra, bosque y agua, todos tenemos la sensación de marchar por alguna de las hoces de Cuenca, ¡quién diría que estamos en Murcia!
Llegamos a los Baños de Somogil, bueno, a sus ruinas. Algunos descienden hasta el río para contemplar de cerca las antiguas piscinas. Nos vienen reminiscencias de otros tiempos.
Casi 18 km recorridos y estamos de nuevo frente a los cortijos de Somogil: Casi hemos completado la ruta circular y volvemos otra vez al camping “La Puerta”, pero esta vez, no por la senda, sino por la pista, pues nos falta contemplar, desde un ensanche en un punto alto del camino, a modo de mirador, la espectacular cresta del Calar del Fresne, cuya pared se alzó junto a nosotros en los primeros pasos en la ruta. Son las cinco de la tarde.
Al final, una parada en Moratalla, para felicitarnos por la ruta recorrida, autobús, risas y regreso a casa.
Ruta: “Por el río Alhárabe y el cañón de Hondares” – Programación RANDO
Ficha:
• Recorrido circular, en Media Montaña.
• Dificultad: III (El comentario de casi todos es que fué una ruta muy accesible y poco exigente, con la salvedad de la cuesta del Pinar de Navarro -15%- que nos “sacó” los colores)
• Distancia recorrida: 22 km.
• Cota en el punto de inicio: 600 m.
• Cota máxima: 1.170 m.
• Desnivel acumulado: 650 m.
• Tiempo en ruta: 6h 30’
• Director de la actividad: D. Antonio Molina.
martes, 15 de noviembre de 2011
Por el noroeste de Murcia
Con el fin de ampliar nuestros horizontes nos hemos animado a descubrir nuevas rutas cercanas a nuestra capital por lo que hemos estado investigando el noroeste de Murcia. Hemos encontrado lugares bien comunicados en el entorno de Caravaca de la Cruz y Moratalla, que nos permiten un cómodo acceso para poder dedicar el tiempo a caminar y no a conducir. Descubrimos rutas de tipología variada, desde las que nos permitirían una clasificación de jornada de nivel II, con un posible fin en alguno de los lugares que también hemos conocido en la zona (no todo ha sido trabajar), hasta alguna jornada de nivel IV, en la que podemos ascender a un par de cumbres y pasar un entretenido día con 24 km de recorrido y 1300m de ascenso acumulado. Para que vayamos abriendo boca y descartando actividades del tipo que ya hemos disfrutado en el comienzo de temporada, proponemos para el próximo dia 10 de diciembre empezar conociendo el arroyo de Hondares y el valle del río Alhárabe, una ruta de nivel III, que sorprenderá a los que no conozcan este paraje por su vegetación autóctona (sabinas, olmos), los intrincados pasos que el paso del agua ha forjado con miles de años de erosión, los cauces de los ríos, con las pozas y cascadas que seguro que no os esperaríais encontrar aquí. Con ello esperamos suscitar el ánimo de socios y simpatizantes y que cuando menos os lo esperéis y estéis mas confiados podamos sorprendéros con ascensos al Nevazo, Peñarrubia, la Selva, Buitre... que ya serán palabras mayores, pero eso será en otra ocasión, ahora empezamos por lo fácil para disfrutar del entorno.
14 de noviembre de 2011
Antonio Molina
14 de noviembre de 2011
Antonio Molina
viernes, 21 de octubre de 2011
Mis rutas con Taimade.
Mi periplo por las serranías albaceteñas y alrededores mostrando las maravillas de nuestros calares y montañas próximas a dieciséis montañeros del grupo TAIMADE de Tenerife ha finalizado exitosamente y, sobre todo, con gran sorpresa por parte de los isleños al descubrir tanta belleza en general, diferencia de cota en los recorridos, colorido, agua a pesar de la sequía, cornamentas cercanas, culebras, arces y melojos de hojas amarillas y rojas acebo y espinos albar o también cojines de monja; con gran alegría por el buen tiempo y gran visibilidad desde nuestras cimas; gozo y regocijo al degustar nuestra gastronomía, gazpachos, mojes, chuletillas, queso curado, cocidos, ajo pringue, atascaburras o ajo mataero con orujos servidos por Sabas de "La Tobica" (ejemplo del endemismo humano producido por el aislamiento de nuestro valle de Tus demostrado en su humor, vocablos y entonación) y por Daniel de "El Laminador" dando buena muestra del buen hacer, las ganas de contentar y dejar buen recuerdo en los clientes.
17 de Octubre de 2011.
Joaquín Noves
Al Mentiras por los Voladores.
Casi sin quitarnos las botas, aún con el polvo del camino al Padrastro (1.502m) y con intactos recuerdos, muy buenos recuerdos, de los ratos compartidos en la ruta anterior, nos pusimos en camino a Los Prados para subir al Mentiras (1.896m), pero pasando primero por Los Voladores, a cota de 1.160m.
Y hablando de recuerdos, también teníamos frescas las reminiscencias del 7 de Mayo cuando una tormenta serrana nos hizo retroceder, hasta dos veces, y al final desistir, de nuestra intención de andar este camino.
Esta vez la climatología ha sido favorable, aunque con mucho calor, que sofocamos en la fuente de Los voladores, ya cerca de la cumbre, y que manaba buen caudal de agua a pesar de lo seco que está el monte. ¡Cómo será en tiempo de lluvias!
Los Prados; la Sima; Los Voladores, donde un amable hortelano se desvelaba con pasión por indicarnos los caminos; el Cortijo de Arroyo Cañizares, donde encontramos a un viajero errante con su simpática pareja italiana, que tanta alegría se llevó al encontrar almorzando, al pié de la noguera junto a su ocupada casa, a tanta gente junta por esos entornos; la subida al Mentiras, exigente y montañera, la cima, y después de comer en el “restaurante” con mejores vistas de la Sierra, el descenso por la cuerda, con sobrecogedores “cortaos”, los ocres del otoño pintando las praderas de helechos, la monumental presencia de la Molata del Imperio y el vertiginoso final cuesta abajo por las sendas que llevan al Cortijo de Prados Altos.
Bellísima jornada con la nota triste de la nueva lesión de Maica, de la que confiamos se recuperará pronto; ese es nuestro ferviente deseo.
Y, de vuelta a casa, tertulia, tentempié, refrescos y cervezas en el hotel de Yeste
Y hablando de recuerdos, también teníamos frescas las reminiscencias del 7 de Mayo cuando una tormenta serrana nos hizo retroceder, hasta dos veces, y al final desistir, de nuestra intención de andar este camino.
Esta vez la climatología ha sido favorable, aunque con mucho calor, que sofocamos en la fuente de Los voladores, ya cerca de la cumbre, y que manaba buen caudal de agua a pesar de lo seco que está el monte. ¡Cómo será en tiempo de lluvias!
Los Prados; la Sima; Los Voladores, donde un amable hortelano se desvelaba con pasión por indicarnos los caminos; el Cortijo de Arroyo Cañizares, donde encontramos a un viajero errante con su simpática pareja italiana, que tanta alegría se llevó al encontrar almorzando, al pié de la noguera junto a su ocupada casa, a tanta gente junta por esos entornos; la subida al Mentiras, exigente y montañera, la cima, y después de comer en el “restaurante” con mejores vistas de la Sierra, el descenso por la cuerda, con sobrecogedores “cortaos”, los ocres del otoño pintando las praderas de helechos, la monumental presencia de la Molata del Imperio y el vertiginoso final cuesta abajo por las sendas que llevan al Cortijo de Prados Altos.
Bellísima jornada con la nota triste de la nueva lesión de Maica, de la que confiamos se recuperará pronto; ese es nuestro ferviente deseo.
Y, de vuelta a casa, tertulia, tentempié, refrescos y cervezas en el hotel de Yeste
Ascensión al Padrastro, comida y entrega de Premio.-
El pasado día 8 inauguramos las actividades de la temporada 2011 – 2012, entregando a nuestra compañera Inma el Premio al Mérito Montañero 2011, después de la ascensión al Padrastro (1.502m), y compartiendo menú en el hostal Atalaya.
La ruta se desarrolló con buen tiempo (demasiado bueno, hacía calor en el centro del día) y con una claridad excelente que permitía que se divisasen buena parte de las alturas de las sierras de nuestro entorno.
Fue de gran alegría contar, además de con amigos y compañeros habituales, con otros que no lo son tanto, y que hemos visto pocas veces. Y también contamos con la participación de un grupo de amigos que forman parte del Cuerpo de Bomberos, que, con su amena conversación, sus relatos y su simpatía, nos han dejado un agradable recuerdo. Esperemos que los veamos pronto a todos, y si es compartiendo ruta o actividades, mejor.
Al final, película con música y fotos de la pasada campaña, ron-miel, y autobús de regreso a casa, con más fotos, risas y cabezadas.
La ruta se desarrolló con buen tiempo (demasiado bueno, hacía calor en el centro del día) y con una claridad excelente que permitía que se divisasen buena parte de las alturas de las sierras de nuestro entorno.
Fue de gran alegría contar, además de con amigos y compañeros habituales, con otros que no lo son tanto, y que hemos visto pocas veces. Y también contamos con la participación de un grupo de amigos que forman parte del Cuerpo de Bomberos, que, con su amena conversación, sus relatos y su simpatía, nos han dejado un agradable recuerdo. Esperemos que los veamos pronto a todos, y si es compartiendo ruta o actividades, mejor.
Al final, película con música y fotos de la pasada campaña, ron-miel, y autobús de regreso a casa, con más fotos, risas y cabezadas.
jueves, 29 de septiembre de 2011
Próxima actividad: Ascensión al Padrastro.-
El próximo día 4 de Octubre, en la reunión habitual de los martes en el Centro socio-cultural del barrio del Ensanche, c/ Arquitecto Vandelvira, 73, cerca de la plaza Pablo Picasso, se realizará la inscripción a la actividad “Ascensión al Padrastro”, que inaugurará nuestras actividades de la temporada 2011-2012.
Después de recorrer la ruta está previsto que comamos juntos en el restaurante del Hostal Atalaya, y que entreguemos el Premio al Merito Montañero de este año.
El precio del autobús es de 15€. La comida (menú de la casa), se pagará en el restaurante.
Si alguien quiere inscribirse para participar, pero prevé que no podrá asistir a la reunión, puede enviar un correo al Club para encontrar una solución.
Después de recorrer la ruta está previsto que comamos juntos en el restaurante del Hostal Atalaya, y que entreguemos el Premio al Merito Montañero de este año.
El precio del autobús es de 15€. La comida (menú de la casa), se pagará en el restaurante.
Si alguien quiere inscribirse para participar, pero prevé que no podrá asistir a la reunión, puede enviar un correo al Club para encontrar una solución.
viernes, 23 de septiembre de 2011
Inma Martínez Jiménez, Premio al Mérito Montañero 2011.-
El pasado martes, día 20, nos reunimos en el Centro Socio-Cultural del Ensanche, como de costumbre, dando por finalizado el periodo de verano.
Después de intensos saludos y con la emoción del re-encuentro, repasamos el extenso Orden del día de la Reunión y procedimos a la elección del Montañero del Año.
Esta vez no es Montañero, es Montañera: Inma Martínez Jiménez.
Sin duda, es merecedora de todo nuestro reconocimiento, no solo por las últimas cimas alcanzadas (El Urriellu y el Mont Blanc), sino por todos sus valores y cualidades personales, que ha demostrado con su esfuerzo y buen hacer, recientemente, en la Organización de la Travesía GR 3 Calares y del Campamento de Alta Montaña en Picos de Europa; con su cariño, amistad y simpatía cada vez que nos hemos encontrado en la ruta; y con su pasión por la Montaña y la Naturaleza, que es ejemplo para todos. Tenemos que felicitarnos por haber sabido reconocer su valía y su mérito y por tener, tan cerca de nosotros, una persona con tantos valores, para que nos sirva de Guía en el camino.
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