lunes, 22 de abril de 2024

Mapa y perfil de la ruta “Balneario, Molata del Imperio, Mentiras y vuelta”.-

Actividad prevista para el sábado, 4 de Mayo de 2.024.-

Hace unos días estuvimos en la cima del Mentiras, en la primera etapa del nuestro GR 3 Calares (este año “GR 4 Estaciones”), por el Calar de la Sima, y aunque en esta actividad nos proponemos volver otra vez, no podemos resistir la propuesta de nuestros compañeros Antonio Barrios y Pilar Castillo, que nos plantean un recorrido diferente, partiendo desde el Balneario de Tus. Además, hemos tenido que modificar el trazado original previsto para respetar la directriz de los gestores del Parque Natural de Los Calares, que insta a no recorrer los cortados entre la Molata del Imperio la cima, porque debemos respetar la nidificación de aves rupícolas. Recordemos que el buitre, afortunadamente, ha reaparecido en esta zona hace poco tiempo. Así, nos desviaremos bajando hacia la rambla de la Pinea, también en un recorrido inédito en las actividades del Club.
Nuestro punto de partida será el Balneario de Tus. Salimos andando por la carretera en dirección al Batán del río Tus que dejaremos atrás, al llegar al desvío del Molino de Jaraiz, dejamos la carretera para cruzar el río por el puente. En ese punto habremos caminado 1,2 km. Cruzaremos el puente sobre el río Tus y por senda que parte justo detrás de las casas y que nos lleva paralelamente al río nos encontramos con la pista asfaltada que lleva a la aldea de El Cahaparral. En el km 1,5 de la ruta encontraremos una fuente, pero no sabemos si tendrá agua, mejor no confiarse y preverla en la salida. Seguimos la senda, y a 1,7 km del punto de partida nos desviamos hacia la izquierda. Hasta aquí habremos subido unos 100 m. La seguimos por breve espacio hasta encontrar pista de tierra a la derecha que tomaremos y que en ascenso va convirtiéndose en senda que nos acerca hasta la aldea de la Moheda por el Arroyo del Gavilán y la Juan Seca (un paraje en la falda del monte). En la Moheda continuamos el ascenso por las casas de abajo y luego las de arriba de la aldea hasta que, al poco de pasar una nave de aperos en una curva a la izquierda, y unas espléndidas carrascas al poco de la siguiente curva, sale un sendero a mano derecha que tomaremos. Hasta aquí habremos caminado unos 4,5 km, con unos 350m de subida acumulada.

Desde aquí subiremos por el GR 66 hasta la Peña de la Cabeza primero, y hasta la fuente del Prado Salvador después. En realidad, no podremos progresar por el GR, porque lo han cortado en muchos tramos por las talas de pinos que han hecho. Cuando la senda no está cortada por los jorros, está llena de las ramas que le han sobrado a la empresa de la tala, sin preocuparse de hacer limpieza. No sabemos quien será el responsable, pero es indignante, como mínimo. El sendero ya tiene buena pendiente, pero se sube bien porque va haciendo zetas. Ahora, en algunos tramos, toca subir por los jorros, sin zetas, con más pendiente. Al alcanzar la pista que pasa junto a la Peña de la Cabeza, llevaremos unos 6,5 km de ruta, con unos 650 de ascensión acumulada (dos kilómetros de subida desde la Moheda, y 300 m de subida).

Ahora tenemos un tramo de 1 km, en ligera cuesta abajo, hasta el Prado Salvador (un poco antes de llegar a la aldea de Los Prados). Así, para llegar ahí, tras pasar la Peña de la Cabeza, otro sendero bien marcado sale a mano derecha de la pista. Lo tomamos para llegar al barranco de Lomeros. A veces la senda la hemos encontrada con agua y barro. Hay algunos “jorros” de saca de madera, pero se trata de seguir el barranquillo. El Prado Salvador es un amplio claro que se abre al final, junto a la carretera AB-5021, la antigua A-65, que comunica Yeste con Arguellite y Plañel. En el claro está la fuente del prado Salvador, que recoge agua del barranco.
Nos desviamos drásticamente a la derecha para afrontar la subida a la Molata del Imperio. Estamos en cota 1.200 m y vamos a subir a cota 1.580 m, unos 380 m, en un kilómetro. Será una buena subida, con pendientes de más del 30% en algún tramo, y sin senderos claros. Subiremos por el espolón noreste que une el Prado con la Molata. El firme tiene piedra suelta, aunque sin dificultades especiales y vegetación que se puede esquivar. Es cuestión de forma física y tomárselo con calma, cada cual a su ritmo.
Al llegar a collado de la Molata habremos recorrido 9,2 km, con unos 1.050 m de ascensión acumulada.
La Molata es una elevación caliza sobre el borde del Calar, con forma de cresta, singular y espectacular. Y el panorama a un lado y al otro, incomparable. Merecerá la pena el esfuerzo, sin duda.
Nos quedan unos 100 m de subida y unos 800 m hasta dejar el borde del Calar. En realidad lo dejaremos antes porque bordeamos la Molata por la derecha. Aquí no hay senderos claros salvo en la cresta, frecuentada por la fauna y los montañeros, que van dejando su huella trazando trochas. Aparecerá el lapiaz y las lascas, las erinaceas, los “asientos de monja” ocupan huecos en el terrenos y espacios entre grietas en la roca: Se complicarán el avance y estaremos obligados a agudizar la prudencia para evitar tropiezos indeseables. Pero con la debida prudencia, un poco más de esfuerzo y con calma superaremos las dificultades.
Nos desviamos a la derecha tratando de seguir la cota 1.600 m, para desviarnos del borde rocoso donde anidan las rapaces, para no molestarlas, que se encuentren seguras y sigan surcando nuestros cielos. Trazaremos rumbo a la rambla de Pinea y, una vez allí, subir a la cima. No es el camino habitual, no estará exento de dificultades, por la orografía, sobre todo, y por las erinaceas (que no se pueden pisar por la inestabilidad que suponen) pero ese será nuestro reto. Desde la Molata hasta Pinea hay un kilómetro más o menos.
A partir de aquí, nueva subida, la definitiva hasta la cima. Pasaremos de cota 1600 a cota casi 1.900 m. 300 m de subida en 1,3 km. Pendientes de más del 25%, por terreno dificultoso (el lapiaz, lascas, erinaceas), aunque sin dificultades técnicas.
En la cima, habremos recorrido unos 12,3 km, con 1.470 m de ascensión acumulada. Y la satisfacción será insuperable.
El regreso lo realizamos por el sendero GR 66.1 Calar de la Sima. Es el mismo que recorremos cuando realizamos la primera etapa del GR 3 Calares.
Comenzamos la bajada en dirección Noroeste. El GR no pasa por la cima, queda en cota 1.740m, unos 160 m más abajo. Los descendemos directamente, casi a campo a través, porque no hay senda clara. La pendiente, piedras sueltas, el lapiaz y las erinaceas, obligan a ser prudentes y mirar por donde se pisa. Encontramos el sendero del GR al pie de una elevación prominente, el Puntal de las Vívoras. A partir de aquí, el avance se hace más fácil, aunque el piso está dominado por el lapiaz y la piedra caliza.
Avanzamos entre torcas y dolinas por la meseta del Calar. Tras algo más de 2 kilómetros llegamos la Sima. Para verla, tenemos que desviarnos unos metros del sendero del GR, en la misma dirección que traíamos. Se trata de una falla abierta en el extremo del macizo de la meseta, de unos 100 metros de longitud y unos veinte de ancho como máximo, que forma una profunda grieta de unos quince metros. En el fondo, las condiciones del entorno han favorecido el desarrollo de algunas especies vegetales endémicas que debemos respetar. Desde luego, es un sitio muy singular, que da nombre al Calar. En este punto llevamos recorridos 14,3 km y los 1470 m de ascensión acumulada que alcanzamos en la cima.
Retomando el GR, la senda se va ensanchando. Seguimos avanzando, pero en dirección Noreste. 800 m más adelante, llegamos a la rambla de la Pinea, pero ya en un tramo aguas abajo. Aquí conectamos con camino amplio. Este camino nos llevaría otra vez a la Peña de la Cabeza, pero lo vamos a dejar un kilómetro más adelante, al Llegar al Cuco, una antigua construcción con piedra. Tomamos un desvío del camino a la izquierda. Sigue siendo ancho y descendiendo. Así, en poco tiempo, al cabo de unos 750 m, habremos llegado al manantial y arroyo de Pradomira, donde se encuentra el cortijo del mismo nombre. Es un punto de confluencia de pequeños barrancos que, aguas abajo forman otro más amplio. El camino aquí se bifurca. Seguimos el de la derecha, que va dándole la vuelta al puntal de Collado Tornero. Al cabo de un par de kilómetros más, el camino ancho se termina, aunque tenemos continuidad por una senda que nos bajará zeta tras zeta hasta la Tinada de Eulogio, una casa en ruinas. No recuerdo cuantas zetas hay, muchas. Algunas son cortas, pero conviene no atajar porque las rodillas y los tobillos sufren con el descenso, y el zig-zag atenúa mucho las pendientes. Este tramo supone algo más de un kilómetro, y bajamos unos 200 m. Seguimos bajando por el sendero, ya con mucha menos pendiente. Al cabo de un kilómetro llegamos a las primeras casas de la aldea de Collado Tornero. Estamos en el kilómetro 19,8 de nuestra ruta, y llevaremos unos 1500 m de ascensión acumulada.
No continuamos por Collado Tornero. Dejamos la pista por un sendero a mano derecha, por el que subiremos hasta aldea de la Moheda de nuevo. La senda remonta cuesta arriba, casi de tirón, en kilómetro y medio más o menos, los 100 m de diferencia de cota entre los 900 de una aldea y los 1000 de la otra. Más que un sendero parece un viejo jorro de saca de madera. Avanzaremos, de nuevo cuesta abajo por la aldea, aunque enseguida, en la siguiente curva de la pista por la que pasamos por la aldea, nos salimos a mano izquierda para tomar una senda que nos lleva al Molino de Jaray.
La senda, en algo más de un kilómetro, nos lleva a pasar por la misma pista asfaltada que hemos recorrido a la ida. Al llegar al Molino de Jaray volveremos al Balneario por el mismo trazado que a la ida.
Habremos recorrido unos 24,5 kilómetros de ruta, con algo más de 1520 m de desnivel acumulado.

La actividad la clasificamos como de nivel III+, que supone

  • Recorridos en Media Montaña.
  • Recorridos con desniveles grandes que pueden superar ocasionalmente los 900 m.
  • Rutas de larga duración, entre 6 y 8 h.

Este tipo de rutas requieren experiencia en senderismo y buena condición física.


– oo O oo –



No hay comentarios:

Publicar un comentario