sábado, 9 de marzo de 2019

Mapa y perfil de la ruta “Sierra de Bernia.”.-


Actividad prevista para el sábado, 30 de Marzo de 2.019.-
La Sierra de Bernia se encuentra en Alicante, al Oeste de la localidad de Calpe, en la comarca de la Marina Baja. Se extiende de Este a Oeste entre los municipios de Alcalalí, Jalón, Benisa, Calpe, Altea, Callosa de Ensarriá y Tárbena. Si cima no se eleva muchos metros, 1126m, pero al encontrarse próxima a la costa mediterránea, su relieve destaca imponente. Además, tiene una cresta bastante vertical, de entre 20 y 100 m de altura, que destaca sobre el macizo de la sierra, y le confiere un aire montañero muy atractivo.
Existen varios recorridos con más o menos dificultad, más o menos técnicos y senderos marcados. Entre estos últimos, entre otros, caben destacar el PR CV 7, el PR CV 48 y el PR-CV 436. Vamos a recorrer lo más interesante de la Sierra en la ruta circular que forma parte del PR-CV 7.
Comenzamos en las Casas de Bernia, un grupo de casas y caserío al que se accede desde Benissa (Alicante) o desde Jalón (Alicante), por la carretera de la aldea de Pinos, la tortuosa CV-749. A la altura del pk. 11,500, se toma el desví que nos deja, al poco, en una explanada que sirve de aparcamiento para el aislado restaurante que allí se encuentra. Nos encaminamos, al norte, a la sierra por un camino amplio, asfaltado, que pronto se bifurca. Tomamos la izquierda para realizar la ruta en sentido antihorario, de Este a Oeste. Al cabo de algo más de un kilómetro, llegamos a la fuente de Bernia o fuente de Cabanes. Está arreglada para recibir a mucha gente que viene aquí para llevarse agua. Tomamos una senda que surge a nuestra derecha, por escalones con buen firme, y, siempre en dirección noreste, nos aproximamos a la cresta de la sierra. Hemos empezado a subir desde la fuente y la senda se estrecha y se empina, a ratos con buen firme, pero en otros tramos está casi invadida por la vegetación, de forma que hay que ir fijándose donde se pisa, para evitar resbalones, tropiezos o pasos en falso por el talud ocupado por los matorrales. Conforme nos acercamos a las paredes pétreas de la cresta de la sierra, aparece más piedra suelta y mayores pendientes. Encontraremos algunos pasos con más de un 40% de inclinación y tendremos que salvar alguna gran roca desprendida. En la base de la cresta encontramos un gran abrigo, ocupado por las cabras de largo pelo blanco que, en alguna ocasión, pueden verse entre las rocas. Continuamos recorriendo la senda cerca de la base de la pared hasta que aparece una oquedad: El Forat. Es la singularidad más destacable de esta ruta. Se trata de un pasadizo de unos 25 m, excavado aprovechando la apertura de una gruta en la cara sur de la sierra, y que comunica la vertiente norte y la sur, acortando el paso de un lado al otro. La Altura del pasadizo varía, pero en el punto más bajo rondará un metro. Se puede pasar agachado con más o menos dificultades en función de la envergadura y flexibilidad de cada uno. El paso del sur al norte es ligeramente cuesta abajo. La roca está bastante pulida por el transito que tiene. Hay que tener cuidado con la cabeza: Es muy fácil encontrar resaltes en la roca; sería recomendable utilizar el casco. Pero, desde luego, merece la pena, porque la vista a la salida es, sencillamente, de incomparable belleza. Mientras subíamos hemos tenido puntos en los que nos hemos parado a disfrutar de la vista, magnífica, de los valles y montañas de la Marina, pero en este punto, a la salida del Forat, el expectáculo que ofrece un balcón a 850 m de altura sobre la Costa Blanca del Mediterráneo es difícil de describir. Y si tenemos ocasión de contemplarlo al atardecer, todavía más inolvidable.
Hemos subido unos 250 m y andado unos 3 kilómetros. Todavía queda ruta y encantos. Seguimos la senda, ahora ya en dirección oeste, sin dejar las marcas del PR. Vamos descendiendo levemente. Encontramos zonas muy pedregosas. Al cabo de unos 700 m, encontramos un desvío a la derecha, que conduce a un abrigo prehistórico donde pueden verse (no sin dificultad) algunas pinturas rupestres. Se trata del abrigo de la Ermita del Vicario. La ermita del Vicario está en esa ladera, pero unos 160 m más abajo. Después de visitar el abrigo, que supone una subida extra de unos 60 m, continuamos camino. La senda se ve salteada de rocas y algún “runar”, pedrera en valenciano. Se anda bien y va, prácticamente, en llano. Eso sí, hay que prestar atención para no tropezar con frecuentes salientes rocosos que encontraremos.
Cuando llevamos andados unos cinco kilómetros y medio, aparece a nuestra izquierda en desvío que conduce a la fuente de la Barca y a algunas casas. Ese camino también conduce a Altea la Vieja (Altea la Vella, en valenciano), punto de partida del PR 7 a través de un sendero de herradura de bella factura, recientemente restaurado, y que recorreremos en otra ocasión. Por tanto, dejamos el desvío y continuamos.
Después de alguna señalización vertical, llegamos al segundo punto de interés: El Fort. Se trata de las ruinas de un fuerte construido por Felipe II en el año 1562 para defender las costas de los ataques turcos y piratas procedentes de las próximas costas africanas. El encargado de la construcción fue el arquitecto Juan Bautista Antonelli, que recorrió la costa alicantina al sur del cabo de La Nao, y que encontró este emplazamiento privilegiado desde el que se dominan muchos kilómetros de costa, con agua y buen acceso. Se pueden contar muchas cosas de este castillo, pero ya las contaremos haciendo camino. Fue demolido por orden de Felipe III, en 1612, tan solo, cincuenta años después, al constatar su inoperancia y evitar que fuese utilizado por los moriscos en sus constantes revueltas. Eran tiempos convulsos…
Desde las ruinas del Fort, iniciamos la subida a la cima de Bernia (1.126m). La senda está muy salpicada de piedra. Es cada vez más vertical hasta alcanzar la pared rocosa de la cresta. Progresamos por la roca, a veces ayudándonos de las manos. Encontramos un paso equipado con una cadena, sin dificultad técnica, pero con algo de patio, que es absolutamente desaconsejable a los excursionistas sin experiencia montañera y a los que sufren vértigo. Encontramos, incluso, algún tramo vertical equipado con una cuerda (de dudosa fiabilidad, por el deterioro de la intemperie), que se pasa fácil, y, una vez en la cresta, alcanzamos la cima. Merece la pena el esfuerzo pues la vista es incomparable.
Descendemos con todas las precauciones.
Hay un punto, ya en la senda por la que antes habíamos subido, en la que encontramos una bifurcación a la derecha. La tomamos para atajar un poco y recorrer nuevo camino. Hay mucha piedra suelta hasta alcanzar de nuevo, el sendero marcado PR. En el collado norte de Orenga, un diente montañoso se yergue sobre un profundo barranco: El Aspre, de 912 m. Está a nuestro alcance, pero no es objetivo, y continuamos el sendero. Bordeamos el profundo barranco que deja a nuestros pies la localidad de Callosa de Ensarriá. El sendero es amable y se progresa fácilmente. Alcanzamos otro collado, el de Jalón, y la senda gira a la derecha. Aparece un camino ancho, pero es más bonito y más corto tomar la senda de la izquierda, que nos devolverá al camino ancho un poco más adelante, aunque al principio es un poco resbaladiza, por las piedras sueltas.
Siguiendo el camino, en un par de kilómetros habremos llegado al punto de partida.
Habremos recorrido unos 12 intensos y variados kilómetros, con unos 900 m de ascensión acumulada.
La actividad la catalogamos como de nivel III, que supone:
·         Recorridos en Media Montaña
·         Recorridos con desniveles grandes que pueden superar ocasionalmente los 900 m.
·         rutas de larga duración, entre 6 a 8 h.
Este tipo de rutas requieren experiencia en senderismo y buena condición física.




jueves, 7 de marzo de 2019

Mapa y perfil de la ruta “La Sagra desde el bosque vertical, por el Collado las Vívoras, a la Ermita de las Santas.”.-

Actividad prevista para el sábado, 16 de Marzo de 2.019.-

Impresionante recorrido montañero. Para quien no la conozca, que sepa que, aunque sin dificultades técnicas, se trata de un reto digno de cualquier macizo montañoso de Alta montaña, que no le dejará indiferente. El que lo conoce, no dudará en volver a emprenderlo.
La Sagra es una sierra y un pico aislado, situados al norte de la provincia de Granada (España), entre los términos municipales de Huéscar y Puebla de Don Fadrique, en los límites provinciales con Albacete y Jaén.
Es el punto más alto de la cordillera Subbética y del Altiplano Granadino; su altitud es de 2.381 msnm.
Con esta actividad pretendemos la ascensión a la cima de esta mítica montaña, por una de las rutas menos transitadas debido a su larga aproximación, pero no exenta de grandes pendientes.
La ruta se inicia en el Cortijo de los Collados de Abajo, donde parte el Camino de los Cortijos Nuevos desde la carretera provincial GR-9100, a, aproximadamente un kilómetro del observatorio astronómico de la Sagra y el hotel “Collados de la Sagra”. Desde este punto cruzamos la carretera para tomar el camino hacia los Cortijos Nuevos, en dirección suroeste. Una vez que hemos pasado cerca de esta aldea, el camino va girando poco a poco en dirección sur. Por el camino, generalmente en buen estado, se progresa rápido. Pasamos cerca del Cortijo del Castillo, donde definitivamente tomamos dirección sur. En algunos tramos, la lluvia forma grandes charcos con abundante barro. A algo más de dos kilómetros y medio, descartamos un camino que cruza. Un poco más adelante se encuentra uno de esos grandes lodazales, y a unos tres kilómetros, descartamos otro camino que cruza el nuestro. Más adelante, otro rodal con barro.
El camino se empina y llegamos al collado Almirez. El cerro que da nombre al collado queda, con sus 1616m, a nuestra derecha. Bajando el collado, el camino hace un giro a la izquierda e inmediatamente, una senda repentina continua en dirección este, ascendiendo con pendiente que va aumentando, a la vez que nos internamos en el Bosque Vertical. También podríamos haber llegado prácticamente al mismo sitio, continuando el camino, pasando el Collado Blanco y desviándonos a la izquierda.
El Bosque Vertical ocupa buena parte de la vertiente noroeste de la Sagra. Es un paraje magnífico por el gran bosque de pino laricio que lo forma. Lo atravesaremos para alcanzar el collado de la Sagra Chica ( 2.027m). Lo de “Vertical” viene por las importantes pendientes de la zona que ocupa. En nuestro recorrido encontraremos pendientes de más del 40% que debemos superar sin sendas claras e, incluso, campo a través.
Desde este collado, ya desarbolado, iniciamos la subida a la cima de la Sagra, y empezamos a disfrutar de las impresionantes vistas. En la arista, el terreno esta llego de grava y rocas. No hay caminos salvo los rastros del paso de todos los montañeros que hemos pasado por allí. Después del último esfuerzo, nada despreciable, para remontar el collado, el ultimo tramo hasta la cima reconforta y nos permite recuperarnos. La vista es sensacional y compensa todos los esfuerzos para subir.
Iniciamos el descenso, salvando escalones de la arista por la izquierda, cara norte, y pasando por la parte superior del Embudo y la Pedrera dirección noreste, encaminándonos hacia el Collado las Víboras. La arista, que será nuestra referencia, adquiere progresivamente más pendiente. A un kilómetro de la cima, lo abrupto y pedregoso del terreno es más que dificultoso. Hay que prestar especial atención porque en esta zona tenemos pasos en los que hay tener mucho cuidado. Es el sitio mas peligroso de toda la travesía. Superado el Collado, encontramos arbolado otra vez y el sendero se hace más evidente y menos pedregoso. A la altura del Peñón Grande de la Peguera, dejamos la arista por la derecha para hacer una amplia zeta que suavice la pendiente. Continuamos el descenso en dirección la Ermita de las Santas, ya en zona boscosa, con muchas menos dificultades. El final de la ruta lo tenemos en el área de recreo y aparcamiento de la Ermita de las Santas Mártires del Monte.
Habremos recorrido unos 16 km, con algo más de 1100 m de desnivel acumulado, por terreno difícil, a veces, y grandes pendientes, aunque sin dificultad técnica.
La actividad la catalogamos como de nivel III+, por el desnivel acumulado, las dificultades del terreno y las grandes pendientes, que supone:
·         Recorridos en Media Montaña
·         Recorridos con desniveles grandes que pueden superar ocasionalmente los 900 m.
·         rutas de larga duración, entre 6 a 8 h.
Este tipo de rutas requieren experiencia en senderismo y buena condición física.