martes, 5 de mayo de 2015

ROCK´N´ROLL MARATÓN MADRID 2015

Maratón 42 km, con recorrido por el casco urbano de Madrid, disputada el domingo 26 de abril de 2015.
"Es una carrera totalmente asequible, de esas que no se olvidan jamás, y que sin duda hará que saquéis lo mejor de vosotros mismos durante los 42 kilómetros".
Chema Martínez, Revista nº 78 oficial del EDP Rock´n´Roll Madrid Maratón.
La noche anterior a la carrera presagiaba lo que nos esperaba. La mañana del domingo 26 de abril, la lluvia había hecho su aparición, y, de forma intermitente, había llegado para quedarse. Los augurios de los días anteriores, en forma de pronósticos, se iban a cumplir con poco margen de error.
La cita era a las 9 de la mañana en la Plaza Cibeles. Llego con bastante antelación, como siempre, me gusta estar activo horas antes de la carrera, comer algo, andar y seguir una serie de rutinas, para ir metiéndome en carrera, sin que esta haya comenzado.
Sobre las 8:30 horas, me dirijo al cajón de salida. Una vez allí, coincido con Antonio López, amigo y compañero del club, que junto a su hija, esperan el comienzo de la carrera. Ana va a correr el medio maratón y la salida es conjunta para las dos distancias. Ya no nos moveríamos de la posición en el cajón de salida, charlando, fijando objetivos, comentando el tiempo, que si sigue así, es bueno para la carrera.
Bueno, son las 9 y empieza el Rock´n´Roll 2015 pasado por agua, la poca que cae del cielo, más la acumulada en el trazado de la carrera en forma de charcos. Los primeros metros los hacemos juntos, aunque llevamos objetivos diferentes, es un ritmo que nos va a los dos. Mi objetivo, la referencia de 3:15 y que prácticamente, ya en el primer kilómetro, estábamos con ella.
Nos dirigimos por plena Castellana, dirección norte, hasta la Plaza de Castilla. El ritmo va subiendo, pica hacia arriba y creo que estoy en el lugar adecuado, llevo el ritmo de carrera sin dificultad. El trazado del maratón de Madrid es un auténtico tobogán, hacia arriba, hacia abajo, así durante los 42 kilometros de carrera. Pero no me obsesiono, ni por los kilometros hechos, ni por los que me faltan por correr; solo pienso en correr y que el tiempo y los kilómetros vayan pasando. En este primer tercio de carrera, allá por el kilómetro 14, cuento con el apoyo de mi familia.
Entre subidas y bajadas, cuando me doy cuenta, estamos en la Puerta del Sol. Mucho público en todo el recorrido, pero en este punto, el pasillo de gente allí congregada, es abrumador. De allí nos dirigimos hacia La Almudena y el Palacio Real, a lo largo de la calle Mayor, el público de Madrid, aparte de masivo, es entendido. Estamos en el ecuador de la carrera, buscando la Casa de Campo.
Vamos dejando atrás las calles de la ciudad para internarnos en este gran espacio verde. Pero el trazado no cambia, hacia arriba, hacia abajo, así hasta completar el segundo tercio de carrera. A esta altura de carrera, las referencias de otros atletas que me rodean, pocos cambios sufren; las camisetas y colores de las mismas, me acompañarían hasta el final.
De vuelta, otra vez a las calles de la ciudad, hacia el Estadio Vicente Calderón. Seguía lloviendo de forma moderada, pero el público aguantaba, animaba y se involucraba en la carrera, para entonces, el “¡Vamos Albacete!”, había llegado en varias ocasiones a mi oído, (yo diría que a mí corazón). En la parte delantera de mi camiseta, a la altura del pecho, lucía orgulloso, el rótulo  del "Club Trail Albacete" perfectamente legible.
Bueno, entre gritos de “¡Ya lo tenéis!” y “¡Que no os queda nada!”, nos metemos, en el último tramo de carrera. Hay que tener la mente fría, ni lo tenemos hecho, y nos queda bastante. Es el tramo final del kilómetro 30 al 42. El cansancio va apareciendo, pero solo pienso en correr. A esta altura de carrera, reconozco que ya he abandonado mi objetivo de inicio de carrera, las 3:15; aunque en las inmediaciones del kilómetro 30, he tenido a la vista la referencia de mi objetivo, a unos 200 metros más adelante, pero creo que el ritmo que llevo es el adecuado.
A la altura de la Estación de Atocha, el cielo se nos cae encima, en forma de lluvia torrencial, como ducha anticipada, y que nos acompañaría hasta meta. Últimos kilómetros, El Retiro a mi derecha, Museo del Prado, Cibeles, Paseo de Recoletos, Plaza de Colón, en este punto “¡Vamos Trail Albacete!”, “¡Vamos Emilio!”, que soy del club, despojándose del chandal y mostrándome la misma camiseta que yo lucía, aunque yo no reconocía a la persona que la portaba. Es Jaime Mateo, con el cual no he coincidido en ninguna carrera, pero sé de él, por sus comentarios en Telegram, choque de manos en todo lo alto, metidos en un gran charco de agua y con la sensación de no estar solo, en estos últimos tres kilómetros, ahora sí, afronto el final de carrera, con la sensación del trabajo bien hecho.
El Paseo del Parque del Retiro me espera. Último tramo vallado de carrera. Son los últimos metros, me saluda Ana, hija de Antonio, y una vez pasada la meta, me espera mi hija Laura, que lleva rato esperándome bajo la lluvia, gesto que agradezco, tanto como la ropa de abrigo que me trae, el resto de familia me espera, a buen cobijo.
Allá por el kilometro dos de carrera, reconocí una cara conocida en carrera, no, no puede ser, es Chema Martinez. Corrí a su lado algunos metros, entre comentarios de otros atletas al reconocer al campeón español. Nuestros objetivos eran diferentes, pronto lo dejé atrás, él disfrutaba de la carrera y yo buscaba los 3:15.
Saludos a todos.

Emilio Lorenzo


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