Actividad prevista para el sábado, 24 de Noviembre de 2.018.-
Comenzamos nuestra travesía por el Calar
del Mundo, partiendo desde el puerto del Arenal (1135m), el punto más sencillo
para acceder a las elevaciones del Calar y límite natural de las cuencas
Mediterránea (Mundo-Segura), y Atlántica (Guadalimar-Guadalquivir).
Comenzaremos a caminar subiendo,
siguiendo el sendero GR 66.2, que forma parte del GR 3 Calares, cruzando la
Cañada Real de Andalucía, la Cañada del Puerto que también le llaman, hasta la
Morra del Navacico, en cota 1.300 m, primer collado, donde, un poco más allá
encontramos el vallado de la Cañada de los Mojones que nos advierte de la
posible presencia de reses bravas. El camino es cómodo de andar, cuesta arriba,
eso sí, pero sin dificultad: algún escalón para salvar resaltes rocosos. Tenemos
a la derecha los barrancos que van a formar el arroyo de la Puerta, una zona
muy frondosa de pinares.
Bajando hacia la Cañada de los Mojones,
se abre un gran prado y una meseta. Cruzamos la cerca y otras dos más por los
pasos habilitados para el GR, dirigiéndonos, dejando las marcas de GR a la
derecha, y continuando por el sendero señalizado de los Calares, a la
izquierda, a través de un magnífico bosque de pinos y carrascas, hasta el
Mirador de los Chorros, donde podemos contemplar una vista incomparable del
valle de Riópar y todas las montañas que lo cierran, quedando los Chorros del
río Mundo a nuestros pies.
El río Mundo nace a través de una gruta
natural situada a unos 200 metros de altura del suelo, y al desplomarse forma
una bella cascada, más o menos caudalosa. El Mirador de los Chorros se situa 150
m por encima de la gruta. Es un sitio ideal para disfrutar del paisaje y reponer
fuerzas.
Continuamos en dirección Este. El camino
no tiene pérdida. Seguimos un sendero, una trocha de las vacas que frecuentan
el lugar, que nos lleva por una vaguada hasta la plataforma del Calar, meseta
caliza de unos 14 km de largo y 4 km por su parte más ancha. En el exterior, la
erosión, el agua y el viento han formado un suelo y un relieve de singular
belleza, y en sus entrañas, la erosión de las calizas ha formado un laberinto
de hoquedades, donde se han documentado más de 35 km de galerías, nacimiento
del río Mundo.
Al principio de la vaguada, alcanzamos
un nuevo vallado, que cruzamos por la puerta a tal fin, quedando a nuestra
derecha. Vamos ascendiendo hasta llegar a un collado que nos separa del
vallecillo de la Cañada de las Yeguas, donde se encuentra el Pozo de la Bomba,
un antiguo pozo de agua en el que se instaló una bomba mecánica para abrevar al
ganado. Desde el 1560m, podemos observar a nuestra izda. al fondo el Polje de
la Bomba y detrás el Pico Argel, con sus 1698m, la mayor elevación de la Cuerda
de los Tornajos.
Desde aquí, salvamos la Cuerda de los
Tornajos, que tiene en el Árgel su mayor elevación, por el collado a la derecha
del pico, que resulta el paso más sencillo, sin apenas perder o ganar altura.
Desde que dejamos el Mirador de los Chorros, el firme ha ido endureciéndose progresivamente
y se ha hecho en algunos tramos, irregular y dificultoso, constituido por
lapiaz: Un lapiaz, lenar o pavimento de caliza es un surco u oquedad de
dimensiones pequeñas o medianas, separado por tabiques o paredes de roca en
algunos casos agudos. Sus dimensiones son decimétricas, aunque en profundidad pueden
superar la decena de metros. A esta dificultad también hay que añadir leña y
ramas caídas de los árboles de forma natural.
Estas circunstancias no son impedimento
a la progresión por el terreno, pero exigen atención al caminar para evitar
tropiezos, y calzado que proteja el pie y tobillo, con suela dura.
Nuestro itinerario continúa ascendiendo
al Cerro Viboreros (1654m) y Pico Cerrón (1635m), con poco esfuerzo ya que, andando
a gran altura, es poco desnivel a salvar.
Pasada la elevación del Poyo de las
Collejas, descendemos hacia la izquierda, a buscar la vertiente del valle del
Tus, y un antiguo sendero para bajar, que parte del Poyo Cotillas (1440m), un
espolón prominente en las paredes que cierra el valle de Tus.
Es una senda vertiginosa, en algún tramo
inverosímil, con grava suelta y continuo zigzag. Hay que tener cuidado por la
fuerte pendiente y lo resbaladizo del suelo. Por la ladera del valle, terminamos
en la aldea de las Lagunicas (1040m). Aquí nos reencontramos con el GR 66.2 que
nos llevara al Vado de Tus, y al camping (827m), fin de nuestra travesía.
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