miércoles, 7 de marzo de 2012

Lo básico en Vías Ferratas.-

Existen muchas actividades de montaña, y para que sus practicantes puedan disfrutar de todas ellas, siempre hay que seguir con el lema que nos caracteriza desde nuestros inicios:
INFORMAR – ENSEÑAR – PRACTICAR.
Desde el respeto a nuestros Espacios Naturales, pues, al fin y al cabo, son nuestro terreno de juego, nos preocupa la seguridad. Tenemos que ser cocientes, que no nacemos enseñados y que tenemos unas limitaciones físicas, que cada uno debe conocer, y por tanto debe saber cómo actuar.
VIAS FERRATAS.- A las paredes y zonas rocosas más abruptas de la montaña, solo podían acceder los escaladores con sus técnicas; actualmente pueden acceder otros deportistas. Para esto se han equipado itinerarios tanto para recorridos en vertical, como en horizontal, instalando grapas, pasamanos y cadenas, entre otros elementos. Se crean así, las vías ferratas. La seguridad a través de un cable de acero montado en toda la vía, que junto con el arnés, que estará provisto de un “triangulo de vida”, al unirle un disipador y mosquetones de seguridad, nos protegeránn en caso de caída.
Las vías ferratas clásicas están en los Dolomitas (Alpes Italianos), también las encontramos en gran número en Francia, Suiza, Alemania y poco a poco en España.
Las primeras vías ferratas en Europa.- La primera se instaló en 1.843 en Austria, haciendo más accesible la ascensión al pico Hoher Dachstein. Posteriormente, se equiparon vías en el monte Grobglockner, también en Austria, en 1.869, y en la Marmolada, en Italia, en 1.903. Pero su auge comenzó en la Primera Guerra Mundial, cuando se equiparon, con fines militares, senderos en los Dolomitas, en la confrontación bélica entre el imperio Austrohúngaro contra Italia. Al final de la guerra, el uso de estos caminos se re-convirtió en deportivo y de ocio.
Vías ferratas en España.- Antonio García Picazo, junto con otros, instalaron las primeras vías ferratas a partir de 1990, en la Montaña de Montserrat; la primera fue la vía Teresina. Aunque existe un precedente pues, a finales del siglo XIX (1.881), en el Parque Nacional de Ordesa, el herrero de Torla, Bartolomé Lafuente y Miguel Bringola, por encargo de un caballero inglés aficionado a la caza, instalaron las famosas clavijas de Cotatuero: Son un total de treinta y dos hierros entre clavijas y alguna grapa, que salvan una pared rocosa, con gran desplome al final del circo que le da el nombre. Actualmente hay muchas rutas equipadas en todo el territorio nacional, y podemos disfrutar de ellas cerca de nuestra ciudad, en Villena y Petrel.
Material imprescindible para realizar una vía ferrata.-
1. Casco: Para evitar daños por las caídas de piedras fortuitas o por la progresión de otros escaladores.
2. Arnés: Regulable en cintura y piernas, para poder adaptárnoslo.
3. Disipador de energía: En caso de caída, este dispositivo la amortiguará, reteniéndonos por el arnés, evitando el golpe seco. Es obligatorio el uso del disipador en una vía ferrata.
4. Tercera baga: Se trata de un cabo de anclaje, que no es imprescindible, pero en momentos de dificultad, nos dará la necesaria seguridad y nos permitirá descansar.
5. Placa de aseguramiento / Cuerda: Conviene llevar una cuerda de seguridad, para que, en caso de inseguridad de los escaladores menos expertos, posibilite asegurarles en los pasos más difíciles, o utilizarla como vía de escape, rapelando.
6. Guantes: Para agarrarse a los elementos artificiales o naturales, y proteger las manos.
7. Calzado: No es necesario un calzado muy técnico, pero si unas buenas botas de montaña, con buena suela.
Algunas normas y nociones que se deben tener en cuenta.-
1. Para informar del grado de dificultad de la vía, encontramos dos clasificaciones distintas, de números y letras: De 1 a 5 y de A-E, indicando su dificultad, conforme progresa.
2. Es Imprescindible conocer de antemano la reseña de la vía, y seleccionarla, conforme a nuestro nivel técnico y condición física.
3. En el recorrido de la vía, tener siempre dos puntos de anclaje mediante los mosquetones de seguridad, de forma que, cuando se haga un cambio de tramo del cable de seguridad, al menos uno de los mosquetones permanezca conectado a uno de los tramos, y nunca hacer un cambio con los dos mosquetones a la vez.
4. Nunca deben permanecer dos personas ancladas al mismo tramo del cable de seguridad. La caída de uno puede arrastrar al otro.
5. Tener cuidado al progresar en la vía, para evitar el desprendimiento o caída de piedras o rocas, y si no fuese posible, los montañeros deberán realizar el recorrido lo más juntos posible, para esquivarlas antes de que aumente su velocidad de caída.
6. Las presas pequeñas metálicas, son para los pies, no se deben meter las manos o los dedos, pues, en caso de caída, existe riesgo de graves lesiones, incluso amputación de falanges.
7. No hay que tener prisa, hay que progresar con seguridad, teniendo siempre tres puntos bien anclados, e ir pasando los mosquetones del disipador por el cable de vida. No siempre encontraremos pasos artificiales, es posible que sea necesario progresar por la roca, pero por regla general, tendremos muchos y fáciles agarres.
8. Además de los cabos de anclaje del disipador, una tercera baga nos dará seguridad, y nos permitirá descansar los brazos, así como disponer de un punto más de apoyo y sujeción para progresar.
9. Los mosquetones y bagas de seguridad, llevarlos siempre por encima del brazo. La progresión será fácil y no nos olvidaremos pasarlos por los puntos de unión.
10. Nunca sujetarnos del cable de seguridad ni utilizarlo como pasamanos, si no es imprescindible. No está dispuesto para este fin, y podría causarnos alguna lesión en las manos.
Manuel Novés Parras

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