lunes, 16 de septiembre de 2024

Mapa y perfil de la ruta “De Boche a Riópar”.-

 Actividad prevista para el sábado, 5 de Octubre de 2.024.-

Después de este caluroso verano, recuperamos nuestras actividades de senderismo con una ruta preciosa por iniciativa de nuestro compañero Ángel Robles, que nos llevará de la aldea yestera de Boche a Riópar. Inicialmente iba a ser de Yeste a Riópar, pero al ser la primera después de unos meses sin actividades, hemos creído conveniente quitarle unos kilómetros y empezar a andar en Boche. El recorrido de Yeste a Boche corresponde al trazado de la séptima etapa del GR 68, Circular por la Sierra del Segura, que va de Yeste a aldea de Las Quebradas, al pie del “balcón de Pilatos”.
Así, comenzará nuestro recorrido en el kilómetro 4 de la carretera AB 512 de Yeste a Tus por Boche, pasada la aldea de Boche, donde parte un camino a mano izquierda. Es ancho para permitir el paso a los bancales que nos flanquearán. Son pequeñas parcelas sobre todo con olivos y almendros, que nos marcan el camino en el primer kilómetro, hasta llegar a una pinada, a mano derecha, donde sale una bifurcación también a mano derecha, que dejamos para seguir nuestro camino adelante, por la izquierda. Vamos cuesta abajo, buscando el cauce del río Tus. Dejamos la pinada y nos encañonamos más evidentemente siguiendo los arroyos que alimentan al río. Al cabo de kilómetro y medio, el camino se estrecha y es senda. En el kilómetro 1,8 cruzamos el cauce de un arroyo y subimos un poco, después de unos 130m de descenso. Enseguida volvemos a bajar, con más pendiente que antes. Encontramos un par de sendas que salen a mano derecha, que dejaremos. Al fondo del barranco vemos el cauce del río y las ruinas del Molino de los Alfaros. Después de un fuerte tramo de descenso, llegamos al puente del Moropeche para cruzar el río Tus. Habremos caminado unos 3,4 kilómetros, descendiendo unos 360 m, con un tramo de subida de 60 m.
Estamos al pie de la aldea de Moropeche, de Yeste, en las faldas del molejón que lleva su nombre. Éste es una singular meseta que forma parte del parque natural de los Calares del Mundo y de la Sima. Y ahora, para continuar nuestra travesía, deberemos subir al Calar del Mundo, remontando, desde cota 700, una subida de 900 m en unos 8 kilómetros de camino, hasta cota 1.600 m.
Subimos a Moropeche por una senda, al principio estrecha, entre carrascas, y luego entre parcelas agrícolas, más ancha. Llegando a la aldea serpentea y es camino asfaltado, con algún tramo de hormigón. Al cabo de algo más de un kilómero y unos 180 m de subida, alcanzamos la carretera. Seguimos subiendo por ella para cruzar la aldea. La dejamos subiendo por la calle Mayor y alcanzar un camino al Oeste, en la parte alta.
Seguiremos remontando nuestra cuesta por este camino, que sirve para comunicar las parcelas de olivos y almendros que ocupan terrazas en la falda Este del Molejón. En el kilómetro 5,9 de la ruta, ya con 380 m de ascensión acumulada, en cota 1.000 m, nuestro camino conecta con una amplia pista, por la que seguiremos subiendo 150 m más, durante 1,8 kilómetros, hasta llegar al arroyo de las Maderas, en cota 1100 m, donde la dejaremos tomando una senda a la izquierda.
La senda sigue subiendo a través de bosque de pinos y carrascas. A los 300 m, alcanzamos un camino más ancho, que recorreremos kilómetro y medio más. En ese punto, después de cruzar el arroyo del Puerto, en cota 1.380 m, ya con 820 m de ascensión acumulada, llegamos a la fuente de Manjanares. Aquí hay otro camino que se une al nuestro por la izquierda. Y un sendero, donde está la fuente, que sale a la izquierda, en dirección al collado del Puerto, en la cuerda de Loma Pelada, que es límite de la meseta del Calar del Mundo. Nosotros continuaremos por nuestro camino, por la derecha, para remontar el arroyo del Puerto y llegar al otro collado que lo separa del barranco del arroyo de la Marqueña, collado en el extremo de la cuerda de Loma Pelada, y por donde entraremos en el Calar del Mundo. En el collado, en cota 1.444 m, habremos recorrido 10,3 kilómetros, con 880 m de ascensión acumulada.
Hasta aquí, bosque de pinos y carrascas, con un buen camino, descarnado por la erosión, en algún tramo, pero que nos facilitará la subida. Saltando el collado, todavía tenemos que subir por la cuerda hasta cota 1.600 m, pero ya estamos en el Calar, y aunque nos encontramos con algún árbol, es la piedra la que predomina en el paisaje.
Una vez alcanzada la cota máxima, a algo más de un kilómetro del collado, iremos descendiendo por la ladera Oeste de Loma Pelada sin senda clara y con muy poca vegetación. Deberemos prestar atención a las piedras sueltas y lascas del terreno. Nuestro descenso tiene el objetivo de cruzar el arroyo de Tus y alcanzar la senda del GR 66. El arroyo lo encontraremos después de kilómetro y medio de bajada, en cota 1.460 m.
Cambiando de vertiente en el arroyo, por fin llegamos a la senda del GR. El siguiente objetivo, tras pasar por la fuente de los Tornajos, es alcanzar el collado del Argel, en cota 1.596 m, saliendo del valle del arroyo de Tus, para entrar en la Cañada de las Yeguas. La senda no tiene mal firme, aunque tampoco es bueno, pero las piedras sueltas y el lapiaz calizo es lo normal en el Calar. Es cuestión de prestar atención al caminar para evitar tropiezos o deslizamientos. En el collado del Argel habremos recorrido 14,6 Km, con 1.200 m de ascensión acumulada.
Descendemos la cuerda del Argel para llegar a la Cañada de las Yeguas y más allá, a 1,7 kilómetros, la fuente del Espino, donde el sendero del GR 66 que seguimos continua por el camino más ancho que recorre la meseta del Calar en esta zona. En este entorno disfrutaremos de un paisaje magnífico. Seguiremos el camino, acompañados siempre por las marcas blancas y rojas del GR, hacia el Norte. Poco a poco vamos encontrando más arbolado hasta que el camino queda inmerso en un bosque precioso de pinos, carrascas y quejigos. Iremos descendiendo poco a poco en un paseo fantástico, y al cabo de kilómetro y medio encontramos una caseta, algo destartalada, utilizada por los pastores como refugio eventual. Aquí termina el camino y continua el sendero, siempre con marcas de GR, y el descenso se hace más notable. El firme es bueno. Los montañeros transitan mucho esta zona. En la caseta de los pastores estaremos en cota 1.400 m, más o menos, y vamos a descender hasta cota 940 m para cruzar el río Mundo.
El descenso por el GR es realmente espectacular, a través de un bosque sobre todo de carrascas, también con pinos, y quejigos en la parte alta. El sendero está bien marcado. Encontraremos alguna bifurcación hacia la derecha, que no tiene marcas de GR, y que, por tanto, dejaremos. Como siempre, y aunque no encontraremos especiales dificultades, hay que caminar con prudencia, pues encontraremos piedras sueltas, firme irregular y multitud de raíces del arbolado.
Después de algo más de tres kilómetros, y unos 460 m de descenso, llegamos al cauce del río Mundo. Siempre siguiendo las marcas de GR, el sendero nos deja, cerca de la fuente de los Centenares, en el camino que corre paralelo al río y que nos conduce al paso del puente de la Viga, una construcción en el cauce del río para medir su caudal, y que nos permite el paso fácilmente por los puntales de hormigón que jalonan el cauce. En realidad, son cuatro pasos cortos.
Continuamos el recorrido del GR, ahora por el trazado de la Cañada de Andalucía una vez cruzado el arroyo de Roblellano, y después de algo más de un kilómetro de pista, llegaremos a la carretera CM 3204, Riópar – Siles, que tendremos que recorrer durante unos 900 m, siempre por la izquierda y con prudencia, hasta llegar al casco urbano de Riópar.
Habremos recorrido algo más de 22 kilómetros de ruta, con unos 1.100 m de desnivel acumulado.
La actividad la clasificamos como de nivel III+, que supone

  • Recorridos en Media Montaña.
  • Recorridos con desniveles grandes que pueden superar ocasionalmente los 900 m.
  • Rutas de larga duración, entre 6 y 8 h.

Este tipo de rutas requieren experiencia en senderismo y buena condición física.
El “plus” es consecuencia de combinación de la distancia y el desnivel acumulado, sin que existan otras dificultades técnicas.


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