Actividad prevista para el sábado, 21 de Diciembre
de 2.013.-
Casi
no nos ha dado tiempo a quitarnos la botas. Acabamos de llegar de la última, en
Ayna, y ya estamos con los preparativos de la siguiente. Esta semana nos vamos
a Mesones, cerca de Riopar, dentro de las actividades del programa RANDO,
clásico en del Club.
Parece
mentira, pero es verdad que hemos pasado muchas veces junto a los Picos del
Oso, sobre todo en coche, camino de Riopar y de la Sierra, pero nunca habíamos
subido. Y pasando por la carretera, siempre quedábamos admirados por la belleza
de estas agujas, magnífico preámbulo de la riqueza montañosa de esta zona de
nuestra provincia. Son formaciones calizas escarpadas que, aunque no muy altas
(1.455 m, la cota más alta), sobrecogen, sobre todo es esos días en los que la
niebla o las nubes bajas lo envuelven todo.
Y
como reto montañero, nos planteamos recorrerlos, cresteando, lo que nos costará
alguna trepadita que otra. Comenzamos en Mesones y, cruzando puentes sobre el
Río Mundo, nos encaminamos a la salida alta del pueblo, en dirección Noroeste,
donde nos aguarda un empinado sendero que va ascendiendo por el barranco del
arroyo de Mesones hasta una presa, donde un remanso de agua forma una pequeña
laguna.
Nos
desviamos, bordeando la charca, hacia el Oeste, por el barranco, que cada vez
mas encaja al arroyo. Salimos de él para alcanzar un tramo de pista que
dejaremos al poco, un par de curvas después, para empezar a subir por la cuerda
de los Picos.
Aunque
no son muy elevados, se resisten a ser conquistados, como cualquier cumbre
orgullosa, pero con esfuerzo para superar las pendientes de más del 40€ y
trepando algún paso, quedan a nuestros pies, con la ofrenda de un panorama esplendoroso
de las faldas del Calar del Mundo.
Siguiendo
la angosta cresta, que dejaremos, por seguridad, bajando un escalón, llegamos
hasta el último Pico, antesala de otra cuerda más amable, que recorremos en
dirección Este, donde encontramos, entre pinos, una antigua era.
Cresteando,
llegamos a una pista y un cruce, en donde tomamos la derecha, dejando el otro
desvío para la Primavera, pues nos encaminará a los Gallineros, en otra ruta
más larga, que exige más horas de luz.
Llegamos
a la caseta forestal que permite abrigo y facilita la vigilancia contra incendios,
en un enclave privilegiado con extraordinario campo visual.
Continuando
por la cuerda, en dirección Este, y por un cortafuegos que llega hasta la
caseta, comenzamos a descender, y, sin abandonar la cresta, nos desviamos hasta
un alto en dirección Sureste.
Podríamos
descender por la cresta de Navazuelos, a la derecha, pero continuaremos un poco
más, siempre cresteando, hasta los espectaculares picos que quedan próximos a
la carretera. Y desde allí, bajaremos por una desdibujada senda hasta el
Camping.
No
terminan ahí las dificultades, pues ahora toca caminar por un angosto pasillo
entre el vallado del camping y la vegetación de la rivera del río Mundo, hasta
llegar de nuevo al pueblo, pasando antes por unos vistosísimos remansos que
forma el cauce del Río.
La
ruta es circular, de 14 km (reales) y unos 950 m de desnivel acumulado. Como en
la Rando anterior, de la Sarga Padrón, no tiene mucho recorrido, pero que exige
una buena dosis de esfuerzo para alcanzar las cumbres.
Es una actividad catalogada de nivel III, que supone
recorridos en Media Montaña, con desniveles grandes que pueden superar
ocasionalmente los 900 m, rutas de larga duración, entre 6 a 8 h , aunque en
este caso la marcha no superará los 20 km de recorrido. Este tipo de rutas requieren
experiencia en senderismo.
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