El PADRON y la SARGA (Sierra
de Alcaraz / Albacete).-
Recorrido previo.
La Sierra de Alcaraz pertenece a la
Cordillera Bética, formada por varios sistemas montañosos, que en diagonal, discurre
desde Cádiz a Alicante, con más de 600 km de longitud. Estas Cordilleras, a su
vez, se dividen en Prebética, Subbética y Penibética. La que nos interesa esta
encuadrada en la Prebética, cuyo techo es la cima de las Almenaras con 1.795
metros, y en segundo lugar La Sarga (1.769 metros).
Uno de los objetivos en la ruta que nos
planteamos, es ascender a La Sarga-Padrón. dos montañas en una, que está
separada de la Cuerda de las Almenaras por el Puerto de las Crucetas (1.300
metros). La “Cuerda” es el corazón de la sierra de Alcaraz, separa los valles
de Alcaraz y Riopar; no se puede decir que la Sarga es una continuación, ya que
esta perfectamente definida y diferenciada. Un macizo típicamente calcáreo, con
una cumbre muy amplia, con un relieve algo sinuoso, donde destacan las dolinas
y lapiaces, y la gran muralla pétrea de la Cara Norte, casi infranqueable, con
dos prominentes cumbres en los extremos.
Para mí, es la montaña más alpina de las
montañas albaceteñas, y la que me ha dado más satisfacciones en todas las
ascensiones que he realizado, en cualquier época del año, pero sobre todo en invierno,
pues la nieve perdura en la cara norte por su situación, y además esta resguardada
por la cuerda de las Almenaras. Puedo recordar la primera ascensión realizada
en mi vida a una “montaña”, a finales de los 70, con mis amigos Pedro Diego y
el añorado Manuel Villalva, saliendo desde el Puerto de las Crucetas, por la
cuerda hacia el Morro de los Esparteros, cogiendo, en sus inmediaciones, el
inicio del Arroyo de la Puerta, comenzando el ascenso a la meseta somital, después
de salvar el farallón en una fácil trepada.
En otra ascensión, como entrenamniento
para una expedición al Mont Blanc, al principio de los ochenta, por la arista
rocosa de la cara NE, corrimos algún riesgo innecesario por estar la roca completamente
descompuesta, y aunque usamos cuerda y seguros, arrancamos más piedras, que las
que se quedaban cuando las agarrábamos. Con Pedro Diego, allí realizamos el
primer cursillo de Alpinismo, sobre una pequeña pared al principio de esta
arista, donde montamos una pequeña línea con varios paraboles. Creo,
sinceramente, que es una montaña que esta muy presente en las entrañas del Club
de Montaña Sierra de Alcaraz.
LOS DATOS.-
Actividad: Ascensión
Padrón 1.752 m – Sarga 1.769 m
ruta circular.
Fecha: 13 / 10 / 2012
Realizado: Manuel Novés Parras, CMSA.
Salida
y Llegada: Puerto de
las Crucetas 1.300 m.
Distancia
Albacete: 105 km
(Ctra. N322 Jaén a Reolid
y de aquí carretera a Riopar).
Clima: Nubes altas,
predominando los claros,
con una masa de nubes bajas entre
los 1.400 y los
1.600 metros, que desaparecieron
a las 13:00 horas, quedando un día muy
soleado.
Trayecto: 14,660
km
En
movimiento: 04
horas, 18 minutos
En
parada: 02 horas, 14 minutos
LA RUTA.-
El coche lo dejé en el mismo Puerto de
las Crucetas, en una pequeña explanada, junto al Cartel que lo indica (donde
pueden estacionar un máximo de tres coches), viniendo desde Zapateros. Inicio
el recorrido a las 9:45 horas, cogiendo la cuerda de las Almenaras (que nace
aquí), pasando el talud de tierra, y asciendo por una pequeña senda hasta el primer promontorio de 1.338m. La vegetación es espesa de
matorrales entre pinos, donde aparecen los mojones de término.
Una zona rocosa la salvo por la
izquierda, desviándome despues hacia la derecha, antes de la cota 1.385m. Iba buscando
el espolón que muere en la carretera, en una zona de curvas en herradura a unos
2 km del puerto en dirección a Riopar. El paso hasta el espolón, según la ruta
prevista, me obliga a atravesar una zona muy sucia de leña seca, descendiendo,
pasando a la vaguada de la derecha para sortear unas rocas y volver al mismo
cuando esta cambia bruscamente de desnivel: Todo el terreno está muy sucio de
leña. Por la izquierda de un pequeño depósito, pasamos una acequia que tiene en
él su origen, y se agudizá el descenso hasta la carretera. La próxima vez que
hagamos este recorrido, no pasaremos por aquí, no merece la pena de correr el
riesgo de una torcedura, por evitar el paso por la carretera. Son las 10:15
horas.
Después de un pequeño tramo de asfalto,
en dirección a las Crucetas, y tras una curva, nos desviamos a la izquierda por
una vaguada. La denuncia de juncos y arbusto advierte de un nacimiento de
aguas, que sorteamos por su derecha, donde aparece una especie de senda. Ésta
se se introduce entre los pinos, hacia la izquierda, en suave subida y limpia. La
abandonamos por el espolón bien definido, hacia la derecha. En este tramo, el
terreno está muy limpio y es fácil progresar en la subida, aunque el desnivel
es fuerte y nos vamos a encontramos pendientes del 30%.
Encontramos trochas y trazas del paso de
animales, y las seguimos, por el pequeño descanso que suponen en la ascensión,
al suavizarse la pendiente. Llegamos a una zona con el terreno removido por
jabalíes, inicio otro fuerte repecho que remontamos hasta una zona de rocas que
quedan a la izquierda, en cota 1.374m, donde las curvas de nivel se suavizan.
Desde este punto, por primera vez veo a la derecha la cumbre del Padrón, y más
allá, las Almenaras. Nos detenemos para recrearnos y recuperar fuerzas. No hemos
tenido ningún problema en la subida y recapitulamos con que este primer tramo
de ascensión muy fácil, con la salvedad de que el desnivel salvado desde la
carretera es solo de 200m.
Desde aquí disfrutaremos de la arista,
con buenas vistas, dejando a la derecha los cortados, ascendiendo suavemente y
por buen camino entre pinos y alguna pequeña trepada que salvamos hacia la derecha.
A los 1.500m (a las 11:07 horas), el terreno cambia para iniciar la subida
definitiva a la meseta calcárea del Padrón. Aparece la piedra suelta y el lapiaz;
los pinos han desaparecido. Es necesario zigzaguear para hacer más llevadera la
pendiente. Tranquilamente, alcanzo la cima a las 11:30h.
El punto más alto queda a la izquierda:
Unos mojones lo indican y a ellos nos dirigimos, intentando no perder altura
por el relieve característico del “calar”. De frente vemos la Sarga y a media
altura la pista que viene del puerto del Bellotar, para servicio de las antenas
de comunicaciones instalado.
Una dolina separa los dos cerros. En
ella nace el arroyo del Tejo, cuyas aguas se van hacia la izquierda, a través
de un frondoso valle, y vertiendo sus aguas al río Guadalimar en Villaverde. En
el recorrido arroyo hay un área recreativa, con fuentes y barbacoas, y un
cortijo, donde se dice que se denunció la presencia del Pernales, que fue
abatido en las cercanías, erigiéndose una cruz para dar testimonio.
Descendemos, llevando una fila de pinos
a la izquierda. Vemos un grupo de cabras, que desaparecen de inmediato. Iniciamos
el ascenso, hacia el techo de la Sierra, la Sarga, por una ruta que no tiene
equivocación. Cruzo la pista de servicio y en línea recta por las calizas,
alcanzamos el vértice geodésico a 1.769m, a las 12:07 horas.
Merece la pena detenerse y hacer un
recorrido visual de toda esta zona serrana: Se distinguen: Las Almenaras y las
llanuras manchegas, al noroeste; y al suroeste, el Calar de la Sima, la sierra
de las Cabras, La Sagra, en Granada, el Yelmo, Las Banderillas y la sierra de
las Empanadas, en Cazorla, el Calar de Juana, el del Espino, en la Sierra de Segura.
Abajo, el Padroncillo y, enfrente, señorial, el Calar del Mundo. Y al mismo
tiempo tomamos un tentempié. Parece que el astro Sol va haciendo desaparecer la
niebla.
El descenso por la vertiente norte, aunque
se puede hacer por la pista hasta la “explanada”, que se comunica con la dolina
a la bajada del Padrón, la hacemos a trocha, con cuidado por las piedras
sueltas. Se podría seguir la pista que se va por el barranco, y a los pocos
metros, tomar otra que se va hacia la derecha, para cambiar de vertiente, pero
dejamos la pista en la pequeña llanura y, en diagonal hacia la derecha,
intentando no perder altura, alcanzamos la cuerda que se encuentra por debajo de
la cota 1.700m, y la sobrepasamos, continuando el descenso. Aquí, aparece el
bosque, espeso, que impide la vista, pero, sin dificultad, vamos perdiendo
altura. Algunas rocas nos acompañan hasta el collado por donde pasa el viejo
camino que vamos a seguir. Al llegar a él aparece en primer plano la imagen del
Pico Cambrón.
El camino hace unos giros en descenso
para salvar el barranco que nace, y siguiendo la curva de nivel, dejamos a la
derecha los grandes farallones que, en travesía, bordean la cara norte del
macizo. El barranco es el que da origen a la cascada de la Pileta. El agua tiene
una caída libre de unos 200 metros. El camino termina en un espolón, teniendo a
la derecha una cota de 1.607m, muy singular, que permite el único paso natural
que nos conduce hacia el valle, y que salva los grandes muros de piedra. Encontramos
un mojón y unos metros después, cruza una trocha, que comunica los barrancos
que divide este collado.
Seguimos por la senda en la dirección
que habíamos seguido, izquierda, para descender a la amplia vaguada, donde
desaparece, e iniciamos el descenso por el cauce del arroyo, pero por su cauce
derecho. No tengo que descender mucho cuando encuentro trochas, por lo que
abandono el barranco, hacia la derecha, en el seno de un tupido bosque. La
trocha pronto se convierte senda que discurre por el espolón. La senda aparece
marcada con cintas. Algunas zonas se salvan por la derecha, rodeándolas para
volver a la misma senda. Continúa zigzagueando hasta la cota 1.344 m, descendiendo
al valle, hasta la fuente de la Pileta, donde termina una pista asfaltada, que la
une a la carretera de Bienservida a Villaverde, a unos tres kilómetros de la
primera.
La zona se conoce como el barranco
Lobera, y las aguas que se recogen, más tarde forma el río de la Mesta que pasa
por Villapalacios. Hermoso valle, muy frondoso, que termina en una especie de
circo de paredes verticales, donde el agua se derrama formando una espectacular
cascada, con caudal irregular según las precipitaciones. En las inmediaciones se
encuentra una zona recreativa, equipada con mesas.
Continuamos por el sendero que parte al
final de la pista en dirección a la cascada, a la izquierda de la fuente. Nos
desviamos por un viejo camino hacia la izquierda, con difícil localización: Como
referencia puede servir una pequeña explanada y una pequeña charca vallada. Continuamos
al otro lado del arroyo, asciendo repentinamente entre matorrales, para alcanzar
el espolón despejado de vegetación; y al llegar, donde se dibuja la línea de pinos,
un poco antes del muro rocoso, seguimos camino a la izquierda de una especie de
terraza, aproximadamente a 1.450m. El caminar se hace amable, sin dificultad.
Discurrimos en travesía, con el camino, al
principio, muy limpio, pero que se complica un poco cuando hay que atravesar
los pequeños barrancos que lo atraviesan, llenos de piedra suelta, formando
pedrizas. Nos movemos con prudencia y cuidado, fijándonos donde pisamos. Por
encima nos contempla “el Castillo”, pues así se denominan estas formaciones
rocosas que bordean los calares cimeros. En el Morro del Espartero, a 1.546m,
donde se sitúa una pequeña caseta de observación, nos encontramos con los
mojones de termino, y se dibujan tres cuerdas, formando una “Y”, que separa los
valles río de la Mesta (Villapalacios) a la izquierda, el río del Ojuelo
(Salobre), al frente, y a la derecha, el arroyo de las Fabricas (Riopar).
Continuamos por la arista de la derecha,
con el barranco de las Fabricas en esa misma vertiente, donde, por lo tupido de
la vegetación, tenemos que extremar el cuidado de cogerla bien, caminando justo
por la cuerda en suave descenso al Puerto de las Crucetas. En un punto
estratégico, puedo ver las rutas de mis primeras ascensiones y descensos a esta
montaña: el Espolón Rocoso y la ruta normal por el Espolón del Arroyo de las
Fabricas, inmerso en un entrono muy frondoso.
A las 16:10 horas, terminamos en el puerto,
poniendo fin a la ruta. Esta, circular, muy interesante, y fácil de realizar
para montañeros, recorre todo el entorno de los los macizos calizos, y sus
distintas vertientes, pasando del bosque tupido a zonas de matorrales, y en las
partes altas, lapiaces y dolinas. Una jornada de montaña muy completa con unos
1.400 metros de desnivel acumulado, en unos 14,5 kilómetros de recorrido.
Manuel Novés Parras.
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